Por Benjamín Fernández Bogado
La frustración ciudadana es cada vez mayor si se suma al hecho de vivir ante el temor de contraer el Coronavirus, la economía está desgastando día a día la escasa capacidad moral que todavía tiene la gran mayoría del pueblo paraguayo. El gobierno parece no entender esta ecuación y hoy vemos que arde la capital del Alto Paraná, Ciudad del Este, que vuelve a la “Fase Cero” en un medio en donde se prometieron laboratorios y camas de terapia intensiva para atender a las personas que contraen el Coronavirus. Sin embargo, ayer se dio una muerte más en dicha región y cinco personas tuvieron que ser trasladadas desde el Alto Paraná hasta Asunción, buscando camas de terapia intensiva.
El gobierno no ha hecho una buena labor en el campo de la atención de la salud, especialmente de la población más vulnerable, y tampoco ha sido exitosa en tener ideas en torno a cómo enfrentar esta situación de pandemia. Para los comerciantes y para las ciudades fronterizas con el Brasil, el caso de Pedro Juan Caballero, Saltos del Guairá y Ciudad del Este, fuertemente golpeados por el completo cese del comercio fronterizo. No hay ideas, no hay alternativas, no hay proyectos. Y es lógico que con todos estos temas políticos, jurídicos, económicos y sociales, la gente tenga que ganar las calles y expresar de manera vigorosa su desprecio hacia el gobierno y sus motivaciones.