Usted ha leído bien, no es un error, es la realidad de un mundo globalizado donde la influencia del petróleo llega a los más alejados rincones, imponiendo su prepotencia de rentabilidad a la ciudadanía de un país, a la naturaleza y a las extinciones de especies que, en diferentes lugares del mundo, sufrieron las consecuencias de filtraciones contaminantes o el derrame en aguas abiertas.
No haré la larga lista de países que ya sufrieron sus consecuencias, solo me remitiré a la estación de servicio que está ubicada a metros de la “pasarela de ñanduti” sobre la autopista Ñu Guasu, y que tuvo una causa abierta en el MADES por derrame y filtración de hidrocarburos que ya nadie se acuerda. El organismo de control, en una manifestación más de su generosidad y benevolencia, autorizó nuevamente el funcionamiento de la misma luego de algunos meses de clausura. Vamos a los archivos de internet y de algunos lectores memoriosos.
El 11 de enero del 2019, Petróleos Paraguayos (Petropar) “denunció un daño ambiental ocurrido en su propia estación de servicio de Ñu Guasu, que estaba clausurada desde noviembre del año pasado.” Investigaciones detectaron 1987 toneladas de suelo contaminado con hidrocarburo. Pero vamos un poquito más atrás. El 11 de febrero del 2018 se confirmó la presencia de aditivo para combustible en el Acuífero Patiño. De los 90 pozos estudiados en el área de la reserva, en el 44% de ellos se halló la presencia del líquido inflamable MTBE, utilizado para combustibles y que puede afectar a la salud humana, según Conacyt. Se analizaron las contaminaciones registradas en las estaciones de servicio existentes en el área del acuífero guaraní, cuya mayoría se encuentran entre Asunción y Luque. “Los pozos evaluados tienen entre 80 a 180 metros de profundidad, por lo que es una señal de alarma el nivel de filtración al que logró llegar dicho contaminante, comentó Francisco Facetti”, uno de los investigadores de la UNA que desarrollan el proyecto.
Las citas a veces son aburridas, pero prefiero compartir las de los expertos que han estudiado el tema y que son mucho más sólidas que la opinión de este escriba: “La proliferación incontrolada de estaciones de servicio en el área metropolitana de Asunción y la ausencia de control sobre la calidad de construcción de los pozos profundos, tienen una importancia fundamental en el aumento del riesgo a contaminar el Acuífero Patiño”, insistió Facetti.
En el año 2012, tras la importación indiscriminada de MTBE, el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) puso limites, por resolución, al uso en el mercado nacional. Recordemos que respirar o beber MTBE pude ocasionar náuseas, irritación de nariz, garganta y efectos sobre el sistema nervioso. En fin, muy poca cosa, frente a la rentabilidad del negocio, que deja algo así como un 25% por litro.
Nuestras concentraciones de MTBE cercanas al 18% nos ponen a la cabeza de las estadísticas, tal como tanto nos gusta pregonar cuando ganamos algún premio. Superamos a otros países europeos y al propio Estados Unidos, y hasta el mismo MIC debió ver la tragedia de “este premio” para limitar estas concentraciones, en su nueva reglamentación, a un 2%. Todo lo expuesto no son argumentos contra las “ESTACIONES DE PERJUICIO”, son apenas fríos datos de los organismos de gobierno.
La bahía de Bahía
Este viejo tema con la nueva estación de servicio de la costanera cae en el escritorio del Intendente Oscar “Nenecho” Rodriguez. A juzgar por la ligereza de sus respuestas, por momentos el burgomaestre -si usted también se denomina así- cree que aún sigue en el show de calle 7 como uno de los bailarines estrella de un programa entre frívolo, chabacano y con sugerencias eróticas de cuarta, para agradar a la machista platea que semana a semana se divierte con los mismos y repetidos desnudos.
Frente al informe técnico Nº 137/2020 que el Intendente dice desconocer afirmaba: “Pueden hacer un parque de diversiones también si quieren ahí”, alegando que solo se aprobó ceder el terreno en la Costanera Norte, pero que desconoce el proyecto de la firma que se dedica al expendio de combustible. En el año 2020, el estudio de factibilidad que se realizó en dependencias municipales declaró que el inmueble era apto para estación de servicio. Todo el mundo sabe, y es un tema pendiente, que usted, señor Intendente estaba atareadísimo con la compra de detergentes y otras cuestiones menores, pero esto no le pudo haber pasado desapercibido.
El Intendente recibe los informes de Planeamiento Urbano y Catastro, no así los de la Dirección de Medio Ambiente, a pesar de que el terreno está en zona de humedales cerca del río Paraguay y el arroyo Mburicao. Usted tenía la obligación de saberlo, por sí mismo o por sus asesores. Es muy posible, entre tantas cosas que tiene entre manos que no lo haya leído. Así es la vida, luego vienen los problemas y dolores de cabeza. El único detalle es que ya no está en Calle 7.
La empresa estación Bahía SA ofrece imágenes, power point, cafecito, chipitas y otras delicias de la gastronomía local para justificar la distancia regulada de más de 1400 metros de la gasolinera más cercana. Todos los elementos son válidos y los pujantes empresarios o trianguladores, si usted prefiere, echan mano al mapa interactivo del Ministerio de Industria y Comercio (MIC) para apoyar sus fundamentos, más allá que la cuestión de fondo es el uso del suelo en ese sector, y este es el tema que ha despertado la reacción ciudadana.
El 4 de junio del 2021 el dictamen de Asesoría Jurídica establece el arrendamiento gratuito por 15 años. Vaya casualidad, los doctores y jurisconsultos de ese departamento no consultaron a la Dirección de Gestión Ambiental. O les falla la memoria o actúan como cómplices de los solicitantes. Hay que forzar el razonamiento para que no recuerden que la futura estación de servicio está cerca de un arroyo y que no se puede otorgar alegremente, aunque suene bonito y poético, LA BAHIA DE BAHIA.
El arquitecto, urbanista y ex concejal de Asunción Federico Franco Troche mencionó que el terreno “es área de influencia de la Reserva Ecológica del Banco San Miguel y la Bahía de Asunción, por lo que el entorno inmediato también requiere un plan de manejo específico. “Ese paisaje es patrimonio natural de Asunción”. No lo quisieron escuchar y siguieron adelante.
En la última sesión de la Junta Municipal de Asunción del período anterior, los concejales a favor de cesión de suelo en la Costanera Nortes se negaron a volver a estudiar el dictamen que la nueva Junta aprobó con un nuevo método express para el usufructo del terreno en área de humedal, a favor de Estación Bahía S.A. También, y de manera vertiginosa los nóveles concejales demostraron mayor habilidad digital que ambiental. Borraron de un plumazo la página de Facebook del video de la sesión. Qué grosería a la luz del día. Mucha gente ya la había grabado y por eso la memoria es tan impiadosa.
Este tema recién comienza y por cuestiones de espacio seguiré en otra nota. De modo similar continúa la gestión de los nuevos concejales y del viejo intendente que dijo renovar sus laureles y que debería revisar sus papeles de asignación sin licitación, lo cual no es un tema menor al igual que las aguas de lluvia, baches etc., en fin, problemas no le faltan. No entiendo por qué un escándalo más, pero aún hay tiempo. La gente no es tonta, sabe los riesgos de contaminación existentes y cómo puede afectar al conjunto de la ciudadanía. No hay valor pecuniario ni discurso sobre el desarrollo, que pueda estar por encima del agua y la salud de los asuncenos. Y como si esto fuera poco, el emblema es la competencia del “patrón”.
Dieciocho mil seiscientos sesenta y cuatro (18.664) muertes que dejó la pandemia son demasiadas. Supongo que los concejales, al igual que el Sr. Intendente no quieren ni una más.