Los conflictos en las filas coloradas se intensifican conforme se acercan las elecciones
internas. Tenemos a dos bandos enfrentados. Por un lado, al vicepresidente Hugo
Velázquez, del movimiento Fuerza Republicana. Y por el otro a Santiago Peña, que
tiene el respaldo de Horacio Cartes, líder del movimiento Honor Colorado. Ambos candidatos presidenciales llevan sus campañas políticas en medio de muchos problemas sociales y económicos.
Los conflictos y las acusaciones mutuas suben de tono. Ambos bandos son diferentes y defienden modelos diferentes. Las elecciones internas de la ANR siempre fueron duras pero ahora mucho más. Estos conflictos ponen en peligro el abrazo
republicano.
Es más, el vicepresidente Velázquez ya dijo que no se abrazará con el expresidente Cartes al término de las elecciones internas, previstas para el 18 de diciembre. Si no hay abrazo republicano, tiene chance la oposición, pero debemos reconocer que los colorados ya aprendieron la lección de los comicios del 2008, cuando ganó Fernando Lugo con votos colorados.
Otro punto que debemos analizar es el nivel de confrontación en la ANR, que es
cada día más fuerte. Y las heridas no se sanan de la noche a la mañana. Las heridas son profundas y dolorosas, que podrían crear inconvenientes para el abrazo republicano.
El panorama electoral es incierto, pero a priori vemos un ambiente de mucha cris-
pación, de intensas batallas entre políticos, quienes finalmente se centran en defenderse antes que presentar planes o propuestas para los ciudadanos.