El país se encuentra también en una situación económica compleja y difícil que debe llevar a situaciones también dramáticas como el hecho de decidirnos si vamos a seguir prestando más dinero para enjuagar las deudas que tenemos, cuando ya algunos, como el Expresidente Duarte Frutos dice que el próximo gobierno podría no pagar sus acreencias cayendo en un default conocido por muchos en la región, en el caso argentino.
Toda esta situación debe llevarnos a la otra cuestión que no incluye Duarte Frutos, ni otros en su análisis que es una profunda reforma del costoso Estado que tememos. No hay otra manera que gastando mejor, y evitando el robo de casi US$2.000 millones anuales.
Si solo pudiéramos cortar la hemorragia que nos saca recursos de manera gravosa, no estaríamos cargando sobre la gente en forma de más impuestos o más créditos esta situación en la que se encuentra la administración pública paraguaya que no ha cambiado un ápice durante la pandemia, a pesar que el Vicepresidente Velázquez junto con el hermano de Abdo Benítez se había reunido varias veces para contentarse con una carpetita donde sugerían la Reforma del Estado que Pedro Alliana, quien lo recibió en diputados, tiro al tacho de basura.