Las afirmaciones del Presidente ante un Congreso virtual nos demuestra que realmente el mandatario vive en una dimensión completamente distinta a la que vivimos cada uno de los paraguayos.
En sus declaraciones ha afirmado prácticamente un mundo irreal e inexistente frente a una realidad que requiere un abordaje mucho más realista y, por sobre todo, mucho más nacionalista en el buen sentido de la palabra.
Asumir la situación actual, tener empatía hacia la realidad que nos golpea con más de 100 muertos por día y una situación económica que es desastrosa a nivel general, el Presidente de la República quiere negar todo simplemente con unas afirmaciones generales que no reflejan la verdadera realidad que le ha tocado administrar.
Ya tenía serias dificultades con la propia realidad cuando trató al pueblo paraguayo de pillo mientras hacía un negociado con el Brasil, que iba a perjudicar los intereses nacionales.
Seguimos pensando de forma egoísta y avariciosa, y no en términos de generosidad y menos aún de solidaridad.