Por Yeruti Salcedo
Sentada en la redacción del periódico El Debate en Culiacán, Sinaloa, editando materiales que debían ser publicados en la edición de hoy, a pasos lentos y con rostro afligido, se acerca Andrea Miranda, editora general del diario más grande de todo este Estado, en el Noroeste de México. Parada frente a mí solo dice “Asesinaron a nuestro principal columnista, Luis Enríque Ramírez”.
México es un país acostumbrado a enterrar a personas asesinadas por todo tipo de violencia sin que se erize la piel. Un país y un territorio en donde la vida de los periodistas cada vez vale menos y la muerte acecha en cada rincón de una redacción.
El cuerpo del periodista fue localizado ayer al sur de la ciudad; por cuestiones de seguridad, estuvo fuera de Sinaloa por un tiempo. Su cuerpo fue encontrado al costado de la carretera México 15, que atraviesa Sinaloa envuelto en plástico.
Gustavo Lizárraga, periodista del área digital de El Debate, y probablemente más especializado en temas de seguridad, conversando conmigo muy emocionado con lágrimas en los ojos y la voz quebrada dijo “ La muerte de Luis Enrique causa miedo, uno aprende a trabajar con miedo, los periodistas cuando salen a cubrir las noticias salen con miedo pero uno va sorteando eso y trata de salir adelante a pesar de todo, no paralizarse, el miedo se te vuelve un estilo de vida”.
Al preguntar cómo se enteró de la muerte de su colega y amigo sólo atinó a decir, “no supimos como reaccionar, es una persona que tú conociste, con el que conviviste, te reíste con él y de la nada ya no está, uno aprende a perder amigos, es triste. Somos periodistas pero también somos seres humanos y se vuelve esta casa como una familia, hoy perdimos a un hermano”
La muerte de Luis Enrique, a quien imagino escribiendo su última columna El Ancla, a dos metros de donde escribo este texto que nunca quisiera escribir, se suma a la lista de 34 periodistas asesinados en el sexenio del presidente de México López Obrador. Ahora sigo cerrando el diario, la edición de mañana con su foto en la portada.
