Que los gobiernos se prestan muy poco a hacer aquello que les manda la Constitución, es una verdad, ya lo sabemos, pero no sabíamos que serían tan incapaces, tan timoratos, tan inútiles, tan flojos y tan poco empáticos en circunstancias como las actuales.
El gobierno paraguayo, mientras debe lidiar con 89 muertos en un día, ha mostrado también muy escasa capacidad de ponerse en la piel de sus mandantes y obrar en consecuencia.
El grupo de colorados en la Cámara de Diputados rechazó el uso de los recursos medioambientales de Itaipú y Yacyretá, que generalmente están destinados para solventar las apetencias y la sed de recursos económicos de parte de los seccionaleros, los que hacen parte de la maquinaria electoral, pero no han mirado el interés del país en su conjunto, y esto debe ser recordado incluso entre los colorados, cuyos parientes han también fallecido durante esta etapa de la pandemia.
Es la manera de cobrar finalmente lo que no se hizo bien en su momento y se creía que así nomás era la cosa, que la gente se conformaría con seguir siendo humillada y agraviada de manera constante por gobiernos que no se ponen en la piel de la gente.
Ahora amenazan con nuevos empréstitos para hacer frente de nuevo a la pesada y costosa burocracia que además de incompetente, es ladrona.
