Con una economía cada vez más deteriorada, una creciente rabia e incertidumbre que se da en muchos sectores, y con la sombra de un nuevo cierre general, el malestar social amenaza con convertirse en un polvorín para el Gobierno italiano.
En Milán, varios centenares de personas se manifestaron contra las restricciones y algunos grupos lanzaron bengalas y petardos contra la policía. Algunos manifestantes, la mayoría con el rostro tapado, llegaron hasta el edificio de la sede del Gobierno regional de Lombardía y lanzaron piedras, botellas, petardos.
También volcaron varios contenedores de basura que se encontraron a su paso. Durante los enfrentamientos resultó herido un policía y dos manifestantes fueron detenidos, según apuntan los medios locales.