Finalmente Brasil dió inicio a una de las elecciones más esperadas tanto por el ciudadano brasileño como el sector económico y político del mundo y el voto ha sido para Lula quien volverá al poder el próximo 1 de enero. Un sufragio que no se trata de la persona o equipo que dirija cualquier empresa u organización, sino sobre el destino del país mismo.
Brasil, nuestro vecino hacia el Este ya tiene a su nuevo primer mandatario que no es un improvisado sino es uno que ya viene de haber presidido su país desde el partido de los trabalhadores (PT) por dos periodos y haber pasado un año y medio en la cárcel por acusaciones de corrupción. Vuelve a gerenciar su país luego de obtener una victoria por escaso margen reemplazando a Jair Bolsonaro quien pierde estas elecciones.
Por una diferencia clara de 50,9% de Lula contra el 49.1% del ex presidente brasileño que se volvió a candidatar como una propuesta que para alguno ya era una pérdida cantada por lo que traía encima las tristes cifras de mas de 700 mil muertos que dejó el covid en su gobierno y otros reclamos ciudadanos que no se han respondido a tiempo ni como se esperaba.
Nos toca muy de cerca este resultado por lo que significa ser vecinos de un elefante con quien tenemos por arreglar códigos hechos en tratados aprobados hace tiempo, específicamente hace 38 años, cuando la hidroeléctrica Itaipú empieza a generar electricidad para los países que compartimos frontera por el río que mueve las turbinas que producen energía. Paraguay ha perdido en esa negociación mas de 77 mil millones de dólares según el especialista Miguel Carter quien presentará su informe este jueves en el CCPA. En el país viven más de 500 mil brasileños, muchos de ellos dedicados a labores agrícolas y a la delincuencia.
Pase de factura
Ahora está por verse como sería la gestión del presidente con un congreso opositor quien dijo en su primer discurso como presidente dijo que no es su victoria sino la del ciudadano brasileño y la democracia de su país, Boslonaro aún no reconoció su derrota, se espera que lo haga hoy. Ayer camioneros cerraron rutas en señal de protesta por el resultado desfavorable para Bolsonaro.
Finalmente podemos concluir que el covid y la posibilidad de volver a un régimen militar autocrático tuvo su efecto en la mente del elector que participó y dejó clara su postura con el trabajo del ex militar intentando hacer política viniendo de una vida verticalista que no sirve mucho para vivir acorde a las demandas y modos democráticos de construir o sostener cualquier emprendimiento democratico colectivo. Ganó el Brasil democratico puede ser el mejor titulo de lo que aconteció el domingo pasado.