Las elecciones tienen todo su concepto en su nombre. Se trata de un momento en el que solo basta el tomarse un tiempo para formar filas, portar su cédula de identidad, marcar a la persona que le convenza y terminar su tarea de ciudadano responsable. Esa es la parte mecánica del acto. Lo anterior es pensar, evaluar, comparar, razonar y elegir el mejor de los candidatos.
A esto iremos en Paraguay en semanas más para ejercer el poder que nos da el documento que nos asegura libertad y brinda derechos cómo el elegir al candidato que esperamos se conecte bien con su trabajo de administrador para asegurar lo mejor para el mandatario real, nosotros.
En Sudamérica en poco tiempo nos tocará hacer uso del verbo elegir, esperando que sea una jornada libre de complicaciones y abusos que el poder se habitúa a hacer cómo las negras prácticas de la compra de votos o de presiones como las que acontece en Nicaragua donde Daniel Ortega se ha convertido en émulo de Anastasio Somoza encarcelando a todos sus potenciales rivales a la presidencia de este golpeado país centroamericano.
Tiempos ciudadanos
En otro continente, en Europa. se llevarán adelante serias elecciones cómo es toda que sea para seleccionar a quien sea para ocupar importantes cargos en el gobierno.
Francia dice Bonjour comment ça va? (buen día cómo estás?) a sus elecciones presidenciales para el mes de abril del 2022. En las mismas se vuelve a presentar Emmanuel Macron cómo candidato desde su partido “República en Marcha” para quizá continuar como la presidencia. Es el primer mandatario más joven en la historia francesa que ahora tiene así cómo en Paraguay la seria responsabilidad de contestar al provocativo titular de “Le Monde” que dice “Se necesitará más que hermosos carteles electorales y un puñado de miles de millones para que Macron reduzca las desigualdades entre los jóvenes”
La juventud es un tópico socio político que tiene a estas elecciones y preocupa al señor Macron y sus contrincantes no solo por lo que puede ser su peso en las elecciones sino al ser una importante población del país que también tiene sus necesidades particulares. En Paraguay representan el 38% de los votantes y no se apela a ellos de manera inteligente ni provocativa. En Francia los votantes principales son las personas mayores de 65 años y en nuestro país superan los 50 años.
Hace falta una renovación de la política aquí y allá y para eso hay que elegir y no solo votar.