Los políticos saben que hay una posibilidad que le pasen las facturas -especialmente a los gobernantes- en estas elecciones municipales. Los argentinos lo hicieron con el gobierno de los Fernández el pasado día domingo, cuando en varias provincias que habían sido ganadas por los peronistas, se han vuelto a la oposición.
La cuestión central también tiene que ver con la economía. El Paraguay está teniendo una inflación bastante alta y eso irrita notablemente el humor de las personas. Se dice que Paraguay podría terminar este año con un 6% de inflación, que es una nota muy alta para los estándares que teníamos en el país.
Eso también se podría ver en los comicios municipales del 10 de octubre, si la sombra de la inflación podría cobrarse varios votos en contra del Partido de Gobierno, que celebró un encuentro de unidad forzada para la fotografía el pasado día sábado en la localidad de Yvyku´i.
Lo que vemos en realidad detrás de todas estas circunstancias es que los políticos están sujetos a una mayor presión por la realidad, y hay que ver cuánta de esta realidad se manifiesta en la forma en que votan los paraguayos el próximo octubre, que es una especie de primaria electoral antes de los comicios del 2023, pero también determinan que hay otros factores fuera del Covid-19 que van a pesar seriamente a la hora de votar o de elegir, y en este caso habría que incluir la inseguridad y fundamentalmente la inflación.