Foto: Facebook ANR
La cuestión cibernética es cada vez más delicada, requiere de un trabajo mucho más inteligente y serio que el que hacemos. Cuando se encuentran a muchos paraguayos que fueron finalmente colocados en el padrón colorado contra su voluntad, nos estamos preguntando ¿Cómo pudo haber acontecido una circunstancia de ese tipo? ¿De dónde sacaron la información de muchos de los que se encontraron sorprendidos de figurar en el padrón de la ANR?
Este es un caso grave. Demuestra que alguien está vendiendo información de personas que fueron para un propósito distinto y terminaron en el padrón de un partido.
También pone en seria duda el concepto de las afiliaciones, si son realmente voluntarias o simplemente se las hacen para seguir manteniendo las ventajas de la subvención del Tribunal Superior de Justicia Electoral, que también ha tenido su escándalo en términos de manejo de ciberseguridad en el tema de las últimas elecciones.
Requerimos mirar una acción concreta y amplia sobre esto. ¿Quién asegura los datos que estamos brindando a los que nos vacunan, a los que nos dan un documento de identidad, a los que nos hacen parte de alguna nómina determinada?
Todo esto lleva a pensar con mucha seriedad que tendríamos que empezar a trabajar con mayor esfuerzo y ahínco en torno al valor más importante que tenemos en estos tiempos: nuestros datos, la información sobre nosotros, sobre la que muchos grupos corporativos hacen negocio o llevan a tener que votar en una dirección y no en otra.