Silvio Rodríguez, el cantautor cubano, en su gran capacidad de componer canciones que atrapen y comprometan me lleva a escribir estas líneas con el título de una de sus canciones inolvidables.
Vivimos en tiempos en que todo se vive rápido y sin darnos cuenta la hora dejó de ser ˝la hora˝ de antes para convertirse en un momento breve que sin darnos cuenta ya terminó. Alrededor de eso se crean muchos elementos de la vida que nos hace diariamente partícipes cotidianos como las comidas rápidas, la comunicación abreviada, el ya no pasear caminando sino el correr o pedalear para quemar calorías, hasta los paseos en automóvil se han vuelto en un rally urbano al notar la velocidad que llevan algunos automovilistas o motociclistas en nuestras calles, arriesgando sus vidas y las de otras personas que transitan o circulan por las mismas arterias.
Un mayor nivel de conciencia
Es importante la consciencia de que vivimos en una sociedad con reglas que si no se respetan se desmorona todo y caemos en lo primitivo de vuelta, que espero no sea la constante habiendo conquistado tantos códigos que nos hacen vivir bien siempre con un nivel de dignidad superior.
También afecta a la vida misma, si no logramos adaptar nuestras vidas a sanos hábitos corremos el riesgo de llegar a la ancianidad quejándonos del tamaño de nuestras panzas y o que ya no cabemos en algunas vestimentas y así sigue la lista de problemas del volverse mayor de edad, por otro lado se encuentran los niños que nos rodean y también son afectados por el correr del tiempo. No falta la expresión: “mira que grande que está tu hija!, Que edad ya tiene??, que sabe hacer? Y agarra tu teléfono inteligente y dicta su serie favorita oralmente en YouTube para entretenerse unos segundos en algún rincón del hogar. Es clave el entender que ellos deben crecer en compañía de otros seres humanos como vos y yo, que los hablen y los entiendan y no con artefactos que no ayudan a su crecer sino disminuyen su categoría de ser humano debido a estos “bichos virtuales” que no ayudan de nada para generar un aumento de la calidad social sino más bien a su reducción en la relación humana.
Las cosas y la vida
Los segundos, minutos y horas han llegado a convertirse hoy en día en suspiros breves de tiempo que hay que saber administrarlos para vivir en concordancia con las exigencias que nos demanda la vida laboral, familiar y social. Una vez entendido esto, ingresamos a otra dimensión de nuestros tiempos.
“El tiempo pasa y el amor no lo refleja como ayer” dice Silvio Rodriguez y cuánta razón tiene al ver dos tiempos diferentes; el de nuestros padres amándose y entregando sus vidas a la unión matrimonial y el presente con discusiones, gritos y quejas constantes que no forman parte de esa construcción de amor pasada.
También espero que el amor y todo lo que conlleve su edificación no se vea afectado por la tendencia de cambiar todo debido a que el tiempo se acortó y nos movemos más rápido para todos lados. Es trascendental tomarse el tiempo para estudiar el ambiente en que vivimos y evaluar cómo podemos enriquecernos en la coexistencia con los seres que nos rodean para mejorar el diario vivir sin que el poco tiempo que tengamos juntos termine por devorar las chances de construir mejores proyectos para nuestras vidas.-