La soledad es la carencia voluntaria o involuntaria de compañía. Hoy día parece regular que algunos disfruten el carecer de compañía humana o animal. La soledad no es inherentemente «mala», pero el sentimiento de soledad crónica, o no deseada puede ser perjudicial. Por lo que es importante identificar que exista esto en una persona que nos importe, acompañarla o hacer sentir nuestra presencia en su vida, para evitar que ocurran cosas desagradables en su vida. La psicóloga española Ángela Fernández dice; “Las personas con ansiedad suelen compartir tres rasgos de personalidad. La soledad trae consigo una serie de perjuicios cómo;
- Perjuicios Psicológicos y Emocionales: Sentimiento de Desconexión: La soledad no es solo estar físicamente solo, sino no sentirse conectado con los demás, incluso en un grupo.
- Problemas de Salud Mental: Puede contribuir o exacerbar la ansiedad, la depresión y el estrés crónico.
- Deterioro Cognitivo: Algunas investigaciones sugieren una posible relación con el deterioro de la función cerebral o niveles bajos de ciertas enzimas cerebrales.
- Perjuicios en la Salud Física:
- Sistema Inmunológico Debilitado: Se ha encontrado una relación entre el sentimiento de soledad y un sistema inmune deficitario, lo que puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades físicas.
- Aumento de Riesgos de Salud: El aislamiento social y la soledad se consideran factores de riesgo para diversos problemas de salud.
- Perjuicios a Nivel Social
- Dificultad para las Relaciones: Puede volverse difícil establecer y mantener las relaciones sociales que nos sustentan.
La soledad como angustia
Es importante distinguir entre estar solo (aislamiento físico) y sentirse solo (no sentirse conectado), siendo esta última la que a menudo causa más problemas. Por eso la conexión con otros es vital para la salud y el bienestar.
El primer rasgo que menciona la psicóloga es la autoexigencia, es muy común en personas con ansiedad. Es una persona que se exigen demasiado: Son individuos muy responsables, disciplinados y perfeccionistas, acostumbrados a rendir al máximo en todo lo que hacen. “Han aprendido desde pequeños que el reconocimiento llega cuando hacen las cosas bien. disciplinados y perfeccionistas, acostumbrados a rendir al máximo en todo lo que hacen. “Han aprendido desde pequeños que el reconocimiento llega cuando hacen las cosas bien, y eso se traduce en una necesidad de control”, explica Fernández. El problema aparece cuando esa exigencia deja de ser una motivación y se convierte en un peso.
El segundo rasgo es la tendencia a ser “demasiado amable”. Aunque suene paradójico, muchas personas con ansiedad priorizan tanto las necesidades ajenas que terminan olvidándose de sí mismas. Les cuesta decir que no, se sienten responsables del bienestar de los demás y acaban sobrecargadas. “Ser empático es positivo, pero cuando se hace a costa del propio equilibrio, la factura emocional llega”, advierte la psicóloga.
Por último, Fernández habla del neuroticismo, o lo que ella describe como una “alta reactividad emocional” quiénes lo presentan viven con los sentidos a flor de piel: un pequeño contratiempo puede alterarnos el ánimo durante horas. “No es una debilidad, es un sistema nervioso más sensible”, explica. La clave, dice, está en cultivar rutinas que aporten calma, desde la meditación hasta el descanso consciente, y en adoptar una actitud más compasiva con uno mismo.
Por eso es importante aceptar invitaciones y abrirse con personas que confíe para canalizar temas personales. Algo complicado hoy día porque ell importante ejercicio del diálogo, charla o conversación con otro cara a cara se está volviendo algo poco practicado en la vida de muchos porque sienten miedo a compartir sus ideas o sentimientos con otras personas. Por razones cómo; “ no lo hago porque lo más seguro es que lo chismosee o comparta mis reflexiones con otros”, o “no me siento cómodo hacer público lo que pienso con otras personas”, pero lo hago con facilidad en las redes sociales virtuales, que es un océano de “gente” o mentes, y no nos da la seguridad de que cualquier publicación haya tenido un efecto real por ese canal virtual. Salir de la soledad y vincularse es parte de la historia humana que debemos redescubrir.

Licenciado en ciencias politicas (UNA), editor, comunicador, productor y editor de contenido creativo para medios de comunicacion o intereses particulares
