Las condiciones económicas del país son bastante precarias y varios sectores están luchando por sobrevivir en medio de un país que tiene todavía el sector público con grandes privilegios.
Un informe dado a conocer en torno a cuánto ganan los brasileros del lado de la margen izquierda de Itaipú, ha demostrado que los nuestros viven de manera extraordinariamente bien y no solamente son parte de un principado lleno de privilegios, sino que se lo exponen y lo defienden con uñas y dientes.
No solamente tienen salarios altos, sino una serie de prestaciones absolutamente irracionales, como el hecho de que los empleados de las binacionales sigan viviendo en casas que fueron levantadas para los operarios de las construcciones del período inicial de la empresa y que continúan en dichos sitios sin haber comprado, pagado absolutamente por la tierra ni por lo construido.
Además, son llevados en autobuses de lujo hasta sus lugares de trabajo, cuando con su salario podrían perfectamente ser trasladados en su propios auto vehículos o crear una pequeña sociedad de ricos en el principado que se tornen llevando a tres o cuatro o cinco incluso hacia su trabajo en Hernandarias, distante a unos siete kilómetros de la capital del Alto Paraná.
Itaipú es el sitio de los privilegios y en estos momentos de grandes necesidades y angustias, eso es ofensivo. Y eso significa básicamente la provocación de un pueblo a tener que levantarse contra las injusticias oprobiosas que lo mantienen empobrecido.