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El Salvador y sus exiliados

En Paraguay hay muchos entusiastas del presidente salvadoreño Bukele que no dejan de expresar que alguien como él necesitamos aquí para enderezar entuertos. Sin embargo, muchos salvadoreños víctimas de su autoritarismo cuestionan severamente sus actos mientras algunos marchan al exilio. 

Desde el primero de julio del 2019 el millenial Bukele se hace con la presidencia en El Salvador cargado de promesas y proyectos cómo estamos habituados a escuchar y leer en las campañas antes de las elecciones.A esta altura a más de 3 años de su asunción cómo presidente, siendo el más joven en la historia de El Salvador suma lo que ha sido parte de la historia de este país centroamericanos: exiliados o personas que se han visto obligadas a abandonar su país y refugiarse en otro, generalmente por razones políticas. 

Ese fue un  estilo de vida habitual de muchas personas durante las dictaduras  especialmente  entre los años 1979 hasta 1992. 12 años de la dictadura de Maximiliano Hernández Martínez. Que vive hasta los 83 años y tuvo a muchos salvadoreños que terminaron exiliados por pensar diferente a lo que eran los pensamientos del dictador.

Ahora en democracia Bukele ya tiene a unos exiliados registrados en su gobierno se trata de decenas de opositores, jueces o periodistas.

El telegénico mandatario, que controla el ejecutivo y el legislativo gracias a su apabullante victoria de 2019, ratificada tres años después cuando su partido Nuevas Ideas obtuvo el control de la Asamblea, logró someter también al poder judicial con la ilegal restitución de todos los jueces de la corte constitucional y el obligado cese de miles de jueces con más de 30 años de ejercicio.

Reprimiendo la libertad de expresión.

Ahora  suma más víctimas entre quienes no  comulgan con sus ideas telegénicas que  ha decidido que estaría mejor su gobierno sin que estén presentes en casa, forzándolos a marcharse del país. Una funcionaria, un periodista, y un magistrado del Constitucional detallan la represión vivida por el presidente de El Salvador y el deterioro democrático que hay en este país. Estos son los primeros exiliados del régimen.

Para ahora ya en democracia y presidente muy joven se vuelven a tener casos de exiliados en democracia, algo e incongruente  que existan en democracia, un sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho del pueblo a elegir y controlar a sus gobernantes.

Algo que no conjuga tampoco con la forma del gobierno de Bukele que se enfrenta a problemas cómo el desempleo, los bajos sueldos y la inseguridad son  fundamentales  en el día a día de los salvadoreños. El hambre es uno de los principales problemas que trae la pobreza, así como también la sequía que experimentan estos países retrasando así su producción agrícola. Y si le sumamos el problema de las bandas delincuenciales la cantidad de noticias negativas enfurece a un presidente Bukele no acostumbrado a ellas que ha forzado a muchos a marcharse al exilio. Una pena.

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