Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
Es evidente que uno de los grandes retos que tiene un Gobierno en una situación como la actual, absolutamente impredecible y de connotaciones bastantes difíciles y complejas, es saber comunicar, eso significa hacer llegar a la población la información correcta y que sea adecuada para los tiempos actuales y fundamentalmente que permita conocer con claridad qué es aquello que está ocurriendo. Eso nos pasa ahora con la cuestión del coronavirus, y especialmente por cuánto va a durar esta cuarentena en la que se encuentra el país.
En ese sentido, las versiones médicas se contraponen a las urgencias económicas de mover al país. Se ha privilegiado el tema de la salud en todo este tiempo, pero no hemos visto en las últimas intervenciones de los encargados de las cuestiones sanitarias una comunicación clara en términos de qué es lo que se viene. Para ellos la cuestión es que todos deberíamos enfermarnos del Covid-19 y de esa manera desarrollar los anticuerpos, y que todo lo que anteriormente se realizó fue para ganar tiempo mientras montaban los hospitales y las camas de terapia intensiva para el caso en que ocurriera una explosión de situaciones que requirieran atención hospitalaria.
La otra cuestión es que también en el mundo médico internacional no hay coincidencia acerca de si hacer retornar a la gente a las actividades normales con tapabocas y guardando cierto nivel de cuidado será suficiente, y otra versión incluso que afirma que no necesariamente por haber contraído el Covid-19 uno queda inmune a que realmente no le vuelva a ocurrir una situación similar que acabe con su vida.
Necesitamos informaciones que sean ciertas, creíbles, confiables, valederas, para los tiempos actuales. Necesitamos que alguien nos cuente por cuánto tiempo estaremos en estas circunstancias y qué es lo que podría acontecer si llegáramos a recobrar “la normalidad económica”, y si no es así, por cuánto tiempo podríamos vivir en estas condiciones y de qué forma tendríamos que organizar nuestras vidas para convivir con el Covid-19 con sus miedos, angustias y temores, y al mismo tiempo buscar producir cosas que el ser humano pueda tener posibilidades de seguir sosteniéndose en circunstancias de este tipo.