COMENTARIO 3X3
La política exterior de Paraguay ha mirado a partir de la década del 60 hacia Brasil de forma privilegiada. Eso fue después de que los gobiernos militares argentinos apoyaran una revuelta revolucionaria en contra de la tiranía paraguaya. Sin embargo, aquello no ha significado para nosotros un mejor desarrollo.
No hemos tenido la capacidad de poder entender primero a los brasileños y para lo cual deberíamos haber tenido una política de Estado enviando a personas a estudiar en centros académicos, sabiendo cómo piensan, actúan los brasileños, y cuáles deberían ser las opciones y alternativas que tengamos que desarrollar para poder tener una capacidad negociadora de mejor forma o hacer lo que decía Caliban, aquel personaje de Shakespeare, al menos aprendamos su idioma para maldecirlos en su lengua.
Ni eso hicimos los paraguayos y hoy nos lamentamos de este matrimonio perfecto, donde sabemos exactamente quién es el que lleva las riendas y quien lleva el azote. Mientras los paraguayos no tengamos un conocimiento apropiado de lo que significa las características de Brasil, mientras sigamos levándonos por los mitos y su política exterior, que puede arrasar con cualquiera de nosotros, y echamos mano a la historia de los mamelucos y bandeirantes es poco lo que vamos a poder avanzar.
Necesitamos desarrollar capacidades en prácticamente todos los campos para convertir el matrimonio del que habla Bolsonaro en su última cita con Abdo, en una oportunidad de desarrollo de la pareja.