Comentario 3×3
Cada vez que pagamos impuestos o nos preguntamos a dónde irán nuestros recursos. Cuando miramos los indicadores del impuesto a la renta personal del año pasado, se fueron a financiar cuatro nuevos ministerios, o sea, para lo único que sirvió el pago de nuestros impuestos sobre nuestras recaudaciones generales fue para aumentar la burocracia, eso significa más empleados públicos, más funcionarios, peor servicio y, consiguientemente, esa frustración que nos invade cada año, ¿para qué pagamos finalmente impuestos si esos recursos no van a ir en provecho de nosotros?
No van a mejorar las condiciones de educación, de salud o de seguridad, que son las cuestiones sobre las que nos prometen cada vez que busca un cargo determinado, el político de ocasión.
Ahora vemos que nuestros impuestos sólo tienen un propósito, aumentar el tamaño de la burocracia sin ir directamente a los propósitos de inversión que requerimos. Si nosotros miráramos la cantidad de dinero que las binacionales recogieron en royalties, podríamos haber financiado por completo todas las obras públicas que ahora nos dejarán como herencia una deuda extraordinaria de cara hacia el futuro.
Si hubiéramos creado un fondo de inversión con los recursos de Itaipú y Yacyretá, el Paraguay sería un caso inédito como el de Noruega, que ha apalancado su desarrollo sobre la base de los fondos utilizados de esa manera de la extracción del petróleo.
En el Paraguay lo que menos necesitamos es aumentar la burocracia. Lo que requerimos es reducirla en tamaño y aumentar en eficacia, y para eso cuesta y duele mucho a cada uno de nosotros pagar más impuestos para que su único propósito sea incrementar el número de los empleados del Estado.
