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El poder de una reina en la tabla

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Gabriela Vargas se dedica a dar clases de ajedrez en la academia que tiene con su esposo, el ingeniero Ricardo Kropff, dando clases a niños, jóvenes y adultos, tanto a nivel nacional, como internacional.

Además, se desempeña como streamer de ajedrez donde comparte el deporte ciencia, y a veces videojuegos, con sus casi 12.000 seguidores en twitch. A la vez, es comentarista oficial de eventos de ajedrez en las plataformas número 1 a nivel mundial, chess.com y chesskid. Su nuevo proyecto profesional que está en marcha es el lanzamiento de su primer curso de ajedrez a nivel mundial en la plataforma del Campeón del Mundo Magnus Carlsen.

El inicio de Gabriela Vargas Talavera en el mundo del ajedrez no es la típica historia sobre su papá o abuelo que le enseñaron a jugar, sino que su hermano menor.

Según contó Gabriela, él tenía problemas en la escuela y sus padres le recomendaron que llevaran al chico a clases de ajedrez porque era muy inquieto. En su casa existía la costumbre de que si uno de los hijos tenía una actividad, también le tocaba al otro.

“Mis padres me preguntaron si yo quería jugar ajedrez. Les dije que me parecía aburrido y no tomé clases. Mi hermano jugaba con mi papá y un día quiso jugar conmigo, pero como yo no sabía los movimientos, él me los enseñó y me ganó en tan solo 4 jugadas realizando un jaque mate típico llamado el jaque mate pastor”, recordó.

Esa derrota molestó mucho a Gabriela teniendo en cuenta que su hermano era menor que ella. “Siempre yo le ganaba en los juegos. Al día siguiente fui con el profesor de ajedrez para tomar clases y vencer a mi hermano. Yo digo que el ajedrez me eligió. Mi sueño hasta antes de jugar ajedrez era el de ser doctora como mi mamá e ir a estudiar medicina a Cuba. Al final fui a Cuba, pero por el ajedrez”, destacó Vargas. Actualmente, la maestra de ajedrez tiene las intenciones de reabrir la academia que tenía con su esposo. “Durante la pandemia la tuvimos que cerrar y virtualizamos todas las clases. Si todo va bien, para abril tendríamos en marcha la academia”.

“Me gustaría lograr el último título de ajedrez que me falta: el de Gran Maestra Femenina, y para ello debo competir bastante en el exterior. En lo profesional como comentarista de ajedrez me gustaría poder cubrir un mundial de ajedrez próximamente”, puntualizó.

Gabriela logró ser una referente del ajedrez con muchas horas de trabajo. “Sobre todo, muchas horas sin compartir con la familia de joven, porque cada fin de semana debía estar compitiendo. En la época de colegio dejé de ir a fiestas de 15 años o cumpleaños de amigos porque tenía competencia a esa misma hora o me encontraba en el exterior compitiendo”.

“Me costó mucho pasar mi cumpleaños lejos de mi casa, recuerdo mi primera Olimpiada en Alemania, como soy muy familiar siempre que viajo me cuesta estar lejos. Aparte de las horas de entrenamiento que uno las dedica y el esfuerzo que hay detrás de cada viaje para conseguir auspicio para cubrir los costos. Estoy orgullosa de todo lo que logré en mi deporte y valoro mucho cada reconocimiento y logro deportivo porque sé lo que me costó llegar hasta aquí”, señaló.

Grabriela tuvo que atravesar por momentos incómodos en sus inicios. “Fui la primera ajedrecista femenina en posicionarse en el ambiente del ajedrez paraguayo, la primera jugadora con rating, la primera maestra, etc. Me encontré con un ambiente de varones donde mi padre me acompañaba a todos los torneos y experimenté de todo, desde burlas cuando jugaba una partida y perdía. Me decían que este juego no era para mí, que vaya a practicar otro deporte para “niñas”, hasta inclusive por ganar una partida a un chico sus amigos se burlaban de él por perder con una niña”, mencionó.

De mayor lastimosamente le tocó pasar por situaciones de acoso. El ambiente cambió bastante desde aquellos comienzos donde era la única mujer compitiendo de igual a igual con los varones, hoy día, según Vargas, hay más niñas jugando, y “si bien ya no pasan por todo lo que yo viví en su momento aún queda mucho trabajo por hacer”, enfatizó.

La campeona paraguaya cree que el mayor obstáculo es la falta de apoyo que hasta hoy día se sigue presentando. “Cuesta mucho dedicarse a un deporte que no es popular en Paraguay y siempre que digo que soy ajedrecista profesional se me quedan mirando raro o inclusive me preguntan si “se puede vivir del ajedrez”.

“Para contar una anécdota reciente. En enero decidí buscar apoyo con varias marcas que apoyan a otros deportistas o influencers a nivel local. Preparé una presentación muy linda y envié como 30 correos electrónicos a varias marcas famosas, solamente 1 marca me respondió para decirme que no podían apoyarme. Los 29 restantes ni siquiera me escribieron que recibieron el correo o que iban a estudiar el caso, nada. Cuesta mucho conseguir apoyo para competir en el exterior y así también cuesta mucho avanzar en el ajedrez”, explicó.

Por último, la instructora de ajedrez le envió un mensaje a todas las mujeres. “Me gustaría decirles que se sientan orgullosas de ellas mismas, detrás de cada mujer poderosa se encuentra ella misma luchando a diario con todos los obstáculos que se presentan en la vida, no te rindas, tienes la capacidad para hacer lo que quieras y luchar por tus sueños, por más que te digan que “estas loca” o es algo que no deberías hacer, ¡hazlo!”, concluyó Gabriela.

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.