Ayer, con el inicio de la primavera, se cumplieron 9 años de la fundación del Parque Guasu Metropolitano (PGM). Lo que era tambo y espacio para los equinos de la caballería por acuerdo entre la Municipalidad de Asunción y el Ministerio de Defensa, se convirtió en un espacio verde público de 126 hectáreas de Parque. Desde sus orígenes fue concebido como un espacio ecológico para el goce y disfrute de toda Asunción Metropolitana, sus habitantes y mascotas, conviviendo en sana armonía con su flora y fauna. En el mismo tenor se realizó el convenio de usufructo entre el Ministerio de Defensa y el Ministerio de Obras Públicas, actualmente a cargo del predio.
Muchas cosas ocurrieron durante casi una década. La gran mayoría muy buenas, como la reproducción de sus especies, el aumento de la biodiversidad, la afluencia de usuarios que llegaron a ser entre 20 y 25.000 por mes antes de la pandemia, y el orgullo ciudadano de contar con un espacio verde público que tiene una influencia determinante a nivel de mitigación de temperatura en toda la capital.
También el Parque soportó otras no tan buenas. Pero antes de enumerarlas, valen estas preguntas: ¿POR QUE AQUELLO QUE ES PUBLICO Y FUNCIONA BIEN TIENE QUE SER DESTRUIDO? ¿ACASO TODO LO PUBLICO DEBE SER DE BAJA CALIDAD? ¿LA CIUDADANIA NO TIENE DERECHO A UTILIZAR UN ESPACIO GRATUITO CON TODA SU FAMILIA Y EN ARMONIA CON LA NATURALEZA CIRCUNDANTE?
Apenas tres preguntas y solo respondidas con amenazas o chákes en todos estos años. Veamos:
1.-La construcción del hospital del trauma, que luego encontró otro lugar más apropiado.
2.- La terminal de ómnibus, genial iniciativa que careció de fundamentos y quedó donde está.
3.- Un museo, cuyo presupuesto era mayor al costo del parque y nunca se realizó.
4.- Seis canchas de fútbol que se habilitaron en exclusividad para la Asociación Paraguaya de Fútbol con un suculento apoyo de la FIFA. Las canchas para el público nunca se terminaron y las actuales, secaron el humedal que daba agua y cobijo a múltiples especies y aves migratorias.
5.- El intento de inundar 34 hectáreas con 4 metros de profundidad, como la solución mágica a la falta de planificación de desagües pluviales en la cuenca del arroyo ITAY. La ciudadanía y defensores del PGM hicieron valer sus derechos ante la Municipalidad, y finalmente el Plan Regulador de Asunción ratificó no permitir construcciones por Ordenanza 163/18 en la zona del Aeropuerto y su área de influencia, así como el dictamen de la Dirección de Medio Ambiente de la Municipalidad.
6.- A pesar de la prohibición de la zona aeroportuaria, aterrizaron los representantes de Taiwán con la inspiración del ex ministro Leite y ex presidente Cartes. ¡Es el mejor lugar para construir la Universidad de Taiwán! Suscribieron un convenio en mayo del 2019 con el consultor Carlos Saldívar Romero, a fin de avanzar en el proyecto. El informe fue concluyente: la ley no lo permite. Conclusión: cambiemos la ley, si estamos en Paraguay…
7.– El incendio de octubre del 2019, dejó al desnudo que no había ningún plan de contingencia. Los únicos circuitos de agua son los de las canchas donde entrenan los clubes de primera división. Se quemaron 36 hectáreas, que de acuerdo a las declaraciones del MOPC, MADES y cuanta organización solidaria se ofreciera, serían reforestadas inmediatamente. Nunca ocurrió. La naturaleza con su tenaz persistencia y sin la acción de algún ser humano, reconstituyó desde su humilde sabiduría todo lo quemado y hoy luce exuberante, como si el incendio nunca hubiera ocurrido.
En el Antiguo Egipto, aparecieron diez plagas que asolaron a ese pueblo. “Desde el agua convertida en sangre hasta las lluvias de fuego, nada de lo que la Biblia dice que ocurrió en Egipto carece de fundamento científico. Mucho tiempo ha transcurrido desde Moisés y los judíos que emprendieron su viaje de 40 años hasta Israel a través del desierto.”
La cita tiene por objeto reubicar a nuestros gobernantes en el Siglo XXI, en plena pandemia y resaltando que no hay necesidad de hacer pasar al Parque Guasu Metropolitano por una sola plaga más. Han sido harto suficientes, la ciudadanía ha conocido todos los negociados e intereses que estaban detrás de estas iniciativas y desde Salvemos el Parque Guasu, solo decimos: “vayan con sus obras a otra parte y dejen tranquila a la naturaleza y a sus 25.000 usuarios y usuarias”.
Estamos convencidos que el Ministro Arnoldo Wiens, no quiere repetir la triste historia de su antecesor Gimenez Gaona. A pocos días de asumir nos recibió en su despacho y se comprometió con la defensa de la integridad de las 126 hectáreas. “No sé porque este señor estaba tan empeñado con las lagunas” nos señaló en aquella oportunidad antes de la despedida.
Otro tanto deberá ocurrir con el Embajador Don José Chih-Cheng, que respeta y hará respetar los estándares ambientales de la legislación de Taiwán en materia de espacios verdes públicos. Esperamos que su conducta y respeto por el país que lo acoge, no sea similar a la de su antecesor Embajador Diego Lin Chou, quién nos maltrató y echó de su embajada a los representantes de Salvemos el Parque Guasu, quienes fuimos a dialogar para encontrar una salida consensuada. No cabe duda que el autoritarismo heredado muchas veces se repite, aunque se busque la independencia y se convoque a la ciudadanía asuncena a dar su apoyo en Naciones Unidas a la República de Taiwán. Hemos dado la bienvenida a la Universidad, pero no en el Parque Guasu Metropolitano y esto ha sido respaldado por más de 17.000 firmas que adhieren a su defensa.
En pleno Siglo XXI, cuando la mayoría de las capitales de América Latina han tenido un desarrollo urbano con poca planificación y determinadas en la mayoría de los casos, por intereses inmobiliarios, “Asunción Capital Verde de Iberoamérica” tiene la oportunidad, luego de la pandemia y las elecciones municipales, de replantear el desarrollo de nuestra capital, el respeto de los espacios verdes públicos y la generación de espacios abiertos que aseguren una mayor calidad de vida a sus habitantes.
El nuevo intendente, el Ministro a cargo del MOPC y Mades, tienen frente a sí una excelente oportunidad para concretar el corredor verde de Asunción, apoyado por Naciones Unidas y seguramente respaldado por una ciudadanía que no quiere seguir contando muertos ni contusos, y menos de a miles, sino que, apuesta a la calidad de vida, los espacios abiertos y al bienestar de toda Asunción Metropolitana.
En este noveno aniversario podemos tener buenas noticias. No son muy difíciles de lograr. Basta con un presupuesto acorde para el mantenimiento del Parque Guasu Metropolitano, un sistema contra incendios forestales y un poquitito de voluntad política para concretar esta humilde solicitud de la ciudadanía.
QUE LO PUBLICO SEA PUBLICO, es uno de los fundamentos de las instituciones de una república. Es el derecho del ejercicio ciudadano a defender un espacio verde público, que nuevamente pueda ser devastado, fragmentado o deteriorado. Estamos seguros que nuestras autoridades han aprendido la triste lección que 16.000 ciudadanos nos dan desde el más allá. Todas las ciudades del mundo están empeñadas en mejorar y ampliar sus espacios verdes. ¿Por qué nosotros NO?
¡El PARQUE NO SE TOCA!, es una consigna que fue ganando terreno con los años en cada pequeño acto de defensa, en cada actitud ciudadana de conservación. ¡NUEVE AÑOS! ¿pero si apenas es una criatura, quiere caminar, quiere correr, porque no la dejan crecer? Las generaciones futuras estarán eternamente agradecidas de ser parte de un país donde valga la pena vivir y soñar.
