“Juventud, divino tesoro”, decía el poeta nicaragüense Rubén Darío en su pieza Canción de Otoño en Primavera. Ninguna generación es igual a la anterior, todas hicieron lo que en su contexto histórico les tocaba. Hoy en el Paraguay existen jóvenes que se involucran con los problemas sociales, que luchan por sus sueños, que ya no se quedan callados, y no quieren hacer las cosas “vai vai”. Por ello es importantísimo la existencia de espacios para escucharlos, que no echen la toalla y no dejen de apostar por el país.
En una ocasión, el diputado Carlos Rejala acercó al Ejecutivo una lista de jóvenes brillantes que bien podrían ocupar cargos de decisión en el Estado y el presidente los ninguneó, “probablemente estará en algún cajón del Palacio de López y esa es una muestra de la importancia que le da el Gobierno”, comentó.
Son los menos representados en la política, los más olvidados en las políticas públicas y los menos importantes para los tomadores de decisiones en este país.
“¿El ministerio de la Juventud qué hizo hasta ahora por los jóvenes? Al menos no nos enteramos y tampoco vemos una real incidencia para las políticas públicas que les favorezca. Los números en educación reflejan una terrible realidad y un oscuro futuro para las nuevas generaciones. Las estadísticas dicen que de 100 alumnos que inician su educación primaria, solo 35 logran culminar el bachillerato en tiempo y forma. De los 35 alumnos, menos de 10 llegan a pelear por un título universitario. Entonces, ¿Qué nos espera?”, resaltó.
Agregó que hay que hacer algo ya. El Estado debe hacerse cargo con seriedad de este problema de miles de jóvenes que no pueden estudiar, ni siquiera pueden llegar a la Universidad y menos trabajar con alguna profesión. “El propio sistema les deja afuera y ninguna autoridad parece hacerse cargo como debe corresponder”.
Igualmente, a pesar de las dificultades, el diputado ve una esperanza de cambio. “Muchos son protagonistas en sus comunidades, buscan progresar, protestan y reclaman lo que creen injusto. Solo falta que sean mayoría en los cargos públicos porque así únicamente vendrá el cambio. Por eso siempre los aliento a meterse en política y ser el cambio, o sino quedaremos relegados por los mismos de siempre”.
Señaló que la juventud paraguaya se está despertando, está reclamando sus derechos a una educación digna y empleo, que son los principales desafíos que tienen que enfrentar. “Necesitamos un Estado más fuerte, que genere empleos, que incentive a los emprendedores, que mueva la rueda para que ellos, que son la fuerza, puedan encontrar oportunidades, porque eso es lo que necesitan, que más jóvenes entren a la política, no se queden detrás del teclado, que se animen a convertir su bronca y sus frustraciones en participación y acción, y sus propuestas se conviertan en propuestas para la gente desde la arena política. El Paraguay es de los jóvenes y debe ser tomado por ellos”, aseguró.
PROGRESO PARA LA EDUCACIÓN
Desde la educación aún es muy difícil el involucramiento masivo, pero se está logrando algo importante, movilizar en 3 años 7.000 voluntarios para la educación es un éxito relativo. “Es más fácil a veces por nuestras condiciones hacer voluntariado asistencialista (como entregar o regalar cosas que continúen la cadena o círculo de la dependencia) que subsanan las formas y no los fondos o dedicarse al sector privado, mejorando como individuo en grandes becas internacionales sin poder aplicarlas por culpa de la burocracia, falta de visión y una política pública que les permita insertarse”, mencionó Sebastián Da Ponte, presidente del Club Escuela Solidaria.
Refirió que falta un asesoramiento de los que están especializados en educación y con conocimiento más interno, que no pretenden copiar y pegar soluciones mágicas extranjeras. “En un intento de “socializar” de manera semi-populista, preguntan a muchos que no tienen formación o investigación académica como llevar adelante las políticas educativas. Es como si en una reunión en sala de cirugía preguntamos a algunos familiares (que no son médicos o enfermeros) como operamos, ¿con bisturí o con cuchillo de cocina?, y en el peor de nuestros casos, terminamos operando con el material doméstico”.
Aún no hay una disciplina civil que ayude a construir procesos sociales contundentes, si hay proyectos aislados que van tomando fuerza pero que necesitan conectarse para generar una fuerza generacional que ofrezca cambios más profundos contra la inequidad e injusticia social que provienen de una pobreza intelectual y emocional.
Para Bruno Vaccotti, gerente de Comunicaciones de la Fundación Paraguaya, las decisiones están segmentadas a un estrato en el país, para los jóvenes se hace muy difícil acceder a una educación de calidad, condiciones de trabajo dignas que les permitan seguir desarrollándose y una falta de confianza por parte del Gobierno y el sector empresarial.
“Es muy difícil tener un respaldo, acceder a un crédito para un emprendimiento, se abre una brecha de separación muy grande entre jóvenes que quizás tienen más recursos y los que menos tienen. Es muy importante que se visibilicen números reales de desempleo, analfabetismo, que exista transparencia de datos, eso puede ayudar a la ciudadanía a tomar decisiones que permitan paliar la situación”.
“La juventud paraguaya es resiliente y valerosa. El país fue independizado por jóvenes, confío en que van a saber aportar a las futuras generaciones con mayor eficacia que sus antecesores”.
EL CAMINO DE LA ACTUACIÓN
Para la actriz Lali González, los jóvenes son más participativos en el cambio y están más decididos a ir por sus sueños. “El camino del arte sigue siendo difícil, pero con muchos cambios por venir. No todos los jóvenes pueden soñar libremente, y ese es un gran desafío en este país, no todos tienen las mismas oportunidades”.
González ve un futuro próspero en el ámbito de la actuación, del teatro y del cine para los jóvenes. “Hoy por hoy los colegas se encuentran realizando un trabajo excelente y estoy segura que la generación que vendrá podrá gozar de esta profesión más dignamente”.
FIRMES ANTE LA CRISIS
Jazmín Galeano Sapena, fundadora de Polki Squad, consideró que los jóvenes son el recurso más valioso del Paraguay. “Somos una juventud enérgica, inteligente, trabajadora. Brota de adentro una sed ferviente de ser agentes de cambio. Comprendemos que podemos ser el cambio que exigimos. Buscamos salir del molde, buscamos crear, innovar, de manera sostenible. Nuevas ideas y nuevos estímulos. Tenemos otra mentalidad”.
Sostener los emprendimientos, pequeñas y medianas empresas, en tiempos de una pandemia mundial y el golpe tan fuerte que tuvo en la economía del país, fue uno de los desafíos mayores a los que se enfrentaron los jóvenes.
“No queda otra que perseverar y permanecer firmes en nuestros propósitos porque no solo tenemos que salir adelante, sino tenemos la responsabilidad de que sacar adelante a nuestro país. Es momento de adaptarnos a los cambios. Es momento de evolucionar, crear, presentar nuevas ideas a la sociedad”, acotó Galeano.
SON PARTE DEL CAMBIO
La atleta paraguaya Camila Pirelli, aseveró que el Estado sí apoya a los que cumplen ciertos criterios para haber sido seleccionados en el grupo de atletas de élite de la Secretaría de Deportes, tienen muy en cuenta las peticiones, las recomendaciones y son parte del cambio.
“La mayoría de los jóvenes deportistas buscan salir a fuera del país para capacitarse, estudiar en exterior, y el apoyo hacia ellos mejora cada vez más, desde el 2012 que yo comencé, he visto un cambio importante y cada vez más van a haber más deportistas apostando por el país”, señaló Pirelli.
EXPERIENCIA Y JUVENTUD
Por otro lado, el comunicador Enrique Dávalos ve que en los medios tradicionalistas hay más apertura hacia las nuevas generaciones. “Históricamente era complicado estar al frente de equipos y hoy existe una mezcla interesante de experiencia y juventud, celebro eso, es el momento del periodismo 2.0. Las narrativas cada vez son más transmedias y aportamos esa otra mirada, pero hay que seguir ganando los lugares de decisión, liderando las candidaturas, ocupar cargos de toma de decisiones dentro de las jefaturas de las empresas. Veo a una juventud muy informada”.
Auguró un buen futuro para los periodistas porque sienten la responsabilidad de llevar la bandera de la innovación. “La forma de comunicar está cambiando, nuevas plataformas, nuevas velocidades, nuevas dinámicas, y se embanderan para que las estructuras mediáticas tradicionales se acomoden a los nuevos tiempos”, expresó Dávalos.
UN FUTURO BRILLANTE
El joven economista Jorge Garicoche expresó que se hace difícil en ocasiones acceder a empleos formales con seguridad social, con posibilidades de crecimiento, y es importante trabajar en esto, ya tiene muchas implicancias (en la capacitación, en el sistema de jubilación actual y futuro, en el incentivo a crear unidades de negocio informales, etc.).
“Hoy los jóvenes economistas tenemos una oportunidad única y es que afrontamos al futuro desde una economía en relativo ascenso, en los últimos 20 años muchos cosas han cambiado en el país. Solo por citar en el 2.000 1 de cada 2 paraguayos estaba en situación de pobreza. Los desafíos en términos económicos son muchos y sigue girando en torno a elevar la productividad y reducir brechas, pero debemos aprovechar la plataforma de cierta estabilidad que nos dejan y a partir de esto generar reformas profundas que logre permear con efectos positivos para la sociedad”.
Por su parte, Paulo Duarte, presidente de la Unión Industrial Paraguaya Joven, acotó que la principal dificultad está en la mentalidad, en la forma de hacer las cosas, en estructuras que estaban muy consolidadas y se van rompiendo.
“Pienso que la mejor manera de construir una nueva realidad es con una serie de propuestas que hagan que la existe sea obsoleta, peleando por un nuevo Paraguay con ejemplos, no con plagueos. El futuro de la industria nacional es brillante, la nueva generación de industriales paraguayos apuestan a productos que compitan de igual a igual en categorías que antes eran dominados por los importados, sueña con empresas competitivas a nivel internacional y que la forma de desarrollar la economía es a través del pensar en grande”.
Mencionó que en el sector privado hay jóvenes con una visión de un país competitivo a nivel internacional, que no se achican, están convencidos de sus proyectos. “Hay gente que sueña con un Paraguay formal, que produce excelencia, no hace de la vista gorda a la mediocridad y la ilegalidad. Hay una transición y si bien los gobernantes viven en una realidad alterna, los nuevos líderes de a poco se dan cuenta que el cambio no se va poder frenar”, señaló Duarte.
LA FUERZA DE LOS EMPRENDEDORES
Existen miles de jóvenes emprendiendo en todos los rubros, buscando hacer realidad sus sueños y al mismo tiempo lograr un desarrollo profesional y económico. Bruno Defelippe, directivo de la Asociación de Emprendedores del Paraguay (Asepy), explicó que “todavía existe mucha burocracia para emprender, si bien hay avances como la cédula Mipymes y la ley EAS, aún hay obstáculos que se deben eliminar. Tenemos que lograr que sea más fácil emprender en Paraguay. Es un gran desafío el acceso a financiamiento para sus proyectos, y la necesidad de mayor educación financiera”.
Agregó que no existen muchas opciones para empezar un nuevo proyecto, la mayoría se financia en condiciones poco favorables, y existen algunas excepciones donde lo hacen con sus propios ahorros o bien con algún apoyo familiar, lo cual debe mejorar.
Sergio Mura, fundador de Muv, contó que a la hora de emprender chocaron con municipalidades, gremios políticos, al ser pioneros sufrieron los primeros costos y tuvieron una gran experiencia de aprendizaje.
“En la empresa involucramos a los jóvenes en la toma de decisiones para que sepan que pertenecen a un cambio grande. Hubo gente buena en el Estado, pero los ministerios competentes al rubro no ayudaron, no hay un canal donde un emprendedor de tecnología pueda ir a pedir ayuda o guía. Esperemos que luego de la crisis esto cambie porque la innovación en tecnología va a sacar al país de la situación”.
Aseguró que cuesta encontrar talentos en el rubro y retenerlos, ya que un programador puede ganar 5 veces más en una empresa en el exterior de lo que pagaría una empresa paraguaya. En la pandemia, el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) se portó bien con ellos, pero hay mucho por hacer porque el Estado no toma en cuenta la tecnología.
“Pagamos impuestos por nuestros conductores, lo que no deberíamos, facturamos 100% en cada viaje y 80% le corresponde al conductor que facture, carreamos esa carga impositiva que no nos corresponde para poder ser legales y transparentes como se debería. Somos castigados por hacer bien las cosas, pero la juventud no se deja vencer fácilmente, hace todo lo posible para lograr su sueño y el día de mañana va a haber más proyecto y más competencia y me parece genial. Paraguay necesita que salgan adelante y emprendan en tecnología porque eficientiza la gestión”.
La principal preocupación para Mura son los tradicionalismos que no facilitan que la gente pueda salir adelante en negocios honestos que van a sacar adelante al país, confesó que es un punto crítico que se debe poner en evidencia para que mediante la presión social los jóvenes puedan emprender.
El chef Óscar Pintos reflejó que hasta el momento los dueños de locales gastronómicos siguen esperando apoyo del Gobierno para enfrentar la crisis. “Uno de los mayores retos es cambiar el sistema político, pero lo bueno es que la nueva generación es más despierta y eso de estar en silencio y aceptar nomás no va con la juventud de hoy. Estamos caracterizados por exigir los derechos”.
Finalmente resaltó que ve muchos jóvenes emprendiendo en gastronomía y capacitándose no solo en Paraguay, sino en el exterior. “Hay mucho talento y de acá a algunos años, independientemente de la pandemia, la gastronomía paraguaya va a dar mucho de qué hablar”, concluyó Pintos.
Vale resaltar que en medio de esta dura crisis, el pueblo paraguayo ve una luz de esperanza en el rostro del doctor Guillermo Sequera, una figura joven, fresca, que ha demostrado su valía. Mientras que en el mundo entero avanzaba el virus y la incertidumbre crecía, Paraguay fue el único país que tomó medidas drásticas y esto logró frenar el avance del virus, todo ello ideado por el Dr. Sequera.
Es director de Vigilancia de Salud y uno de los grandes referentes técnicos que está trabajando en este sentido para ayudar a todo un país alarmado. También alertó sobre la epidemia de dengue meses antes, una de las peores de los últimos años.