Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
El Presupuesto General de Gastos de la Nación, que es una especie de mirada hacia el futuro, de cómo se van a priorizar las cuestiones, ha vuelto a colocar en la aprobación de la Cámara de Diputados lo que ya conocíamos, mantener todos los privilegios para ellos y nada hacer para que las bases estructurales de la salud y de la educación lleguen a mejorar.
Vamos a tener lo mismo o peor el próximo año, porque mucho de lo que se ha colocado en este presupuesto de casi US$ 13 mil millones, en realidad no va a poder ser ejecutado porque no hay posibilidades de captar recursos en un año postpandémica que será brutalmente jodido.
Necesitamos los paraguayos también, en ese sentido, tener instituciones que miren con franqueza y con realismo, y cuando se trata de ajustar los cinturones, que lo hagan todos, no sólo algunos.
El país de los egoístas, de aquellos que dicen tenemos que cobrar a pesar de que no trabajamos, porque esos son nuestros derechos adquiridos, tendrían que ser mirados también en función de los contribuyentes, de los que pagando impuestos, sostienen la pesada, costosa y corrupta burocracia del Paraguay.
Cuando hagamos un presupuesto realmente realista, que se cumpla, que se lleve adelante, en ese momento estaremos hablando de verdaderos cambios en términos de cómo se gastan los escasos recursos de cada uno de nosotros.
