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Itaipú marcó todo un hito en el mundo en materia de construcción de represas hidroeléctricas. Algo que empezó costando US$ 4.000 millones en el contrato, terminó costando US$ 20.000 millones.
Hoy ya no es la primera generadora de hidroenergía a nivel mundial, los chinos con una de ellas ya en funcionamiento desde hace años, y la otra que entrará en vigencia desde el primero de julio de este año, celebrando los 100 años del Partido Comunista Chino, nos demuestran, en términos de número, que la producción de ellos se ha duplicado y los costos se han reducido.
Eso nos lleva a la conclusión que detrás de la construcción de Itaipú hubo un extraordinario negociado financiero que muchos se quedaron con miles de millones de dólares, reitero, de una represa que inicialmente tendría que haber costado US$ 4.000 millones y, por costos financieros, terminó pagándose US$ 20.000 millones.
Cuando tengamos un proyecto de este tipo deberíamos tener los mejores analistas, pero si acá nuestros ingenieros no se ponen de acuerdo, si por cuánto tiempo tendremos aún la posibilidad de utilizar el 42 por ciento de la energía de Itaipú que no usamos en los últimos 50 años, y algunos afirman que tendremos para 5, otro para diez, otros para 15, pero nuestros ingenieros ni calcular el consumo de hidroenergía pueden que podrán hacer frente a los grandes financieros que se encargan finalmente de trasquilados en cada operación.