Las elecciones de este 2023 están a la vuelta de la esquina, y se definen nada más y nada menos los destinos de la República del Paraguay; y nos presenta un dilema donde la sociedad hoy está dividida; por un lado un país de paraguayos sumiso a las limosnas electorales que sigue callando ante cada hecho de corrupción, y por otro lado estamos los que sostenemos que este modelo político ya no da más, y definitivamente el camino para la transformación del país es la alternancia.
Como botón de muestra y en honor a la memoria frágil de muchos paraguayos, tenemos el ejemplo de las Gobernaciones, como el caso del Departamento Central, que en el momento más crítico de la pandemia, donde paraguayos estaban muriendo, los fondos destinados para mitigar el Covid fueron asquerosamente malversados.
Haber jugado con algo tan sensible como la salud, no tiene justificaciones; viendo peregrinar a paraguayos todos los días desde los distintos puntos del país, para mendigar un derecho que le es negado, no tiene olvido ni perdón.
Y podemos seguir citando fetiches sadomasoquistas que los paraguayos siguen disfrutando, como ver la corrupción en la Justicia, llámese policía, fiscalía ere erea, seguir aceptando con gusto que somos uno de los peores países con inversión en educación, seguir viendo que hoy el narcotráfico y el lavado de dinero marcan la hoja de ruta del país; QUEREMOS REALMENTE ESTO PARA NUESTRO PAÍS?
Pero así, siento que está naciendo otro Paraguay, un Paraguay con ciudadanos que queremos más, más justicia, más educación, un acceso digno a la salud, más oportunidades, menos corrupción, más transparencia, UN PAÍS DONDE TODOS ESTEMOS ORGULLOSOS DE SER PARAGUAYOS, DEJANDO DE LADO LOS COLORES Y ANTEPONIENDO LOS INTERESES DE LA PATRIA!!