Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
Cuando uno habla de circunstancias como la cuarentena, tiende a ver qué capacidad de gestión ha tenido el Gobierno, qué nivel de projimidad, qué nivel de empatía ha demostrado en este tiempo, y en realidad lo que nos han dicho es que no tienen ninguna voluntad de resolver el problema sanitario del Paraguay, que es uno de los más graves y que padecemos desde el inicio de esta democracia que no ha tenido la capacidad de dotar de infraestructura sanitaria a una población bastante pequeña de 7 millones de habitantes.
Todo se hace mal en este país cuando se trata de comprar bienes y servicios o distribuir y planificar recursos humanos en los hospitales. Se hace porque tiene una posibilidad de acumulación de riqueza por parte del comprador del Estado notable, quién se opondría a que la gente tuviera un buen hospital, pero si el mismo cuesta 10 o 20 veces más de lo que debiera, esa cuestión pasa a un segundo plano.
Ahora tendríamos que exigir no solo una mejor infraestructura, sino una versión acorde a lo que realmente vale en el mercado. Es el tiempo de poner fin a esto que ha sido de manera constante y permanente una retahíla de la política, decir que se va a invertir mucho en educación y salud cuando estos dos sectores son los más despreciados y marginados en el presupuesto general de gastos y en la vida de la gente.
