El llanto es una fusión de lágrimas acompañada frecuentemente de lamentos y sollozos. Somos la única especie que derrama lágrimas emocionales. Lloramos por varias razones, por ejemplo:
- Cómo respuesta física a emociones intensas, ya sean negativas o positivas. Al llorar, el cuerpo libera tensiones y estrés, y reduce los niveles de hormonas como el cortisol.
- Es una forma de comunicar nuestras emociones a los demás, y puede generar empatía y apoyo social. En muchas culturas, llorar es una forma de mostrar vulnerabilidad y solicitar ayuda
- Las lágrimas mantienen los ojos húmedos y lisos, y ayudan a enfocar la luz. También protegen a los ojos de infecciones y cosas irritantes, como la suciedad y el polvo.
Muchos creen que el llorar es cosa de personas débiles o frágiles, más es algo normal y común en todo ser humano, de cualquier género, dimensión u origen etnico. Es una experiencia humana por excelencia. Y no importa cuánto tiempo haya pasado desde la última vez que derramaste una lágrima, no hay duda de que tú también lo has hecho desde el haber sido concebidos, esa dura experiencia de existir en un mundo líquido dentro de nuestras madres e inhalar nuestra primera dosis de oxígeno o utilizar nuestros sentidos para ver o escuchar lo que exista en nuestros entornos.
Otras especies producen lágrimas, pero las nuestras son las únicas porque, según los científicos, emergen sistemáticamente no solo para lubricar y proteger los globos oculares, sino también para expresar emociones, como después de sufrir una ruptura, en las ceremonias de graduación o mientras vemos algún filme que nos emocione.
Sin rubor alguno
El llanto humano por emocionarse es algo único de nuestra condición. Las lágrimas emocionales siguen siendo un enigma. Una investigación ha revelado que nuestras emociones son aún más complicadas de lo que los neurocientíficos pensaban. Y es algo que la IA (Inteligencia artificial) está muy lejos de emular porque no siente o es consciente cómo somos los que poseemos la IR (inteligencia real). Una que equilibra la razón y emoción para responder adecuadamente a cualquier provocación que tengamos desde dentro o fuera de nuestro cuerpo, donde ocurren muchas cosas que nos pueden hacer reír, fruncir el ceño o lagrimear.
Prácticamente cualquier criatura que tenga globos oculares produce dos tipos de lágrimas: basales y reflejas. Las lágrimas basales mantienen el ojo húmedo, mientras que las lágrimas reflejas están destinadas a proteger el ojo de irritantes como el polvo.
Los humanos también derramamos un tercer tipo de lágrimas, denominadas lágrimas emocionales, cuando nos sentimos tristes, frustrados, abrumados, felices o conmovidos. Algunos no lloramos de la nada sino que debe existir algo que nos conmueva y a través de las emociones procedemos a lagrimear.
Según Darlene Dartt, profesora de Oftalmología de la Facultad de Medicina de Harvard, los tres tipos de lágrimas son estructuralmente similares, ya que están compuestas principalmente de agua, aceites, mucosidad, proteínas antibacterianas y electrolitos que:
- Equilibran la cantidad de agua en el cuerpo
- Equilibran el pH de la sangre
- Regulan el funcionamiento de los nervios y los músculos
4.Llevan los nutrientes hacia las células y extraen de ellas los productos de desecho
Es probable que rara vez, o nunca, hayas notado las lágrimas basales, se liberan en cantidades minúsculas a lo largo del día. A medida que se evaporan, la temperatura de la superficie de los globos oculares desciende ligeramente, lo que indica a los ojos que deben producir más lágrimas basales para evitar que se sequen. Y generen de esta forma dolor o molestias para poder observar o ver bien lo que debemos hacer para poder trabajar, estudiar, alimentarnos, bañarnos y vestirnos bien . No está mal llorar.