Hay una repentina reacción de los Órganos de Control Fronterizo en el país contra las mercaderías que son introducidas de contrabando al Brasil, y que se tratan en la mayoría de los casos de cigarrillos de la empresa de Horacio Cartes. Esto, que tuvo un boom enorme durante su presidencia en cantidades extraordinarios, en realidad privó al Paraguay de una mayor capacidad de negociación para con el Brasil.
Cartes había dicho incluso el propio Palacio de López a empresarios del vecino del Este que podrían venir al Paraguaya a usar y abusar como una mujer bonita al Paraguay, lo que hemos visto es que también él se encargó de usar y abusar de esa condición y esa situación con grandes partidas de cigarrillo que fueron introducidos al mercado brasileño y que triplicaron sus ganancias como empresario al mismo tiempo que ejercía la presidencia de la República.
Lo que llama la atención es que el encargado de la Armada, el hermano de Hugo Velásquez, será el más interesado en luchar ahora contra ese problema, cuando había hecho oídos sordos, y se había tapado los ojos ante circunstancias reiteradas del mismo tipo de delito.
Lo que el Paraguay necesita es coherencia, previsibilidad y políticas públicas que se apliquen siempre, independientemente del rol que tengan en el ejercicio del poder circunstancial una persona o sus empresas.