El fuego es un fenómeno caracterizado por la emisión de calor y de luz, generalmente con llama. Nos sirve para muchas cosas cómo cocinar, calentar o iluminar un espacio que nos sirva para descansar o habitar para un fin específico. Sirve para satisfacer necesidades o dañar lo que o a quien uno quiera por los perjuicios que producen los incendios a infraestructuras o personas que existan en las mismas. De eso en Paraguay lo sabemos bien luego de tristes acontecimientos cómo la tragedia del Ycua Bolaños en el 2004 donde murieron 327 personas. Y por el tamaño de nuestro país y la población que existe en el mismo, todos tenemos algún conocido que perdió a un pariente o ser querido en ese incendio. Ahora han vuelto los forestales con varias miles de hectáreas quemadas.
Cómo se da en cualquier accidente en el que exista fuego descontrolado. Ahora esto no solo se dió en el estado de California EE.UU sino también en Brasil donde los incendios consumieron una superficie silvestre mayor que la de Italia en 2024, según un informe.
Se quemaron más de 30 millones de hectáreas, un 79% más que en 2023, después de que el país sufriera la peor sequía registrada porque alí cómo acá no llueve cómo debe para controlar y evitar que se dén sequías o produzcan incendios forestales por la inconsciencia de personas o por la conspiración de la naturaleza contra sí misma y la población que existimos cerca de estos lugares vulnerables a quemarse. Una experiencia imagino muy desagradable por las consecuencias que trae consigo la exposición a elevadas temperaturas en incendios y hasta bajo el sol o en espacios cerrados donde usemos fuego para calentar el lugar o hacer nuestra comida.
Duro golpe
En California más de 50.000 personas están en riesgo por el Hughs Fire, mientras las autoridades temen por riesgo de deslizamientos que es la deformación que sufre la masa de suelo o roca como consecuencia de movimientos muy lentos por acción de la gravedad y la transformación de la estructura del suelo.
Volviendo a Sudamérica después de sufrir su peor sequía registrada en 2024, Brasil cerró el año con otro hito alarmante: entre enero y diciembre del 2024 se quemaron 30,86 millones de hectáreas de áreas silvestres, que es una superficie mayor que Italia. País que afortunadamente no sufre los incendios americanos que ha convertido al fuego cómo protagonista de la agenda noticiosa por daños causados a muchos y varios espacios naturales.
Así cómo nos cuidamos también merecen atención y vigilancia por las vidas que allí también existen y por su utilidad al oxígeno que respiramos y el atractivo que tiene la flora en el mundo que a su vez representa una fuente de alimentación a nuestra fauna. La misma que sin ramas, hojas, frutos y todo lo que proveen nuestras plantas podrían extinguirse porque dejan de alimentarse o se queman en incendios forestales. Hay que procurar aprender a evitar los incendios forestales pero para eso se requiere trabajo y compromiso.

Licenciado en ciencias politicas, editor y comunicador