Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
El viaje del presidente a la zona de conflicto en el norte del país sigue siendo sujeto de una serie de interpretaciones y ninguna de ellas coincide con la racionalidad de su desplazamiento y con los resultados que ha exhibido una criticada fuerzas de tarea conjunta a un costo altísimo de manera anual desde hace varios años en su lucha contra el EPP.
Que el presidente haya ido para ver y observar in situ la muerte de dos personas menores de edad que no tienen incluso ni identificación y que tendrían que estar en escuelas o colegios, nos demuestra el fracaso del Estado en su más amplia dimensión.
Lo primero que debe hacer el presidente es deshacerse de aquellos que le recomendaron ese desplazamiento, sí fue él a pesar de las críticas que le hicieron, pues entonces él debe asumir lo mal que ha quedado no sólo frente a nosotros, sus mandantes, sino también frente a la comunidad internacional, que estoy seguro reaccionará ante este hecho, cargándole al Paraguay con un nuevo San Benito, el de acabar con la vida de menores, de decir que estaban todos rodeado, pero que sin embargo solo pudieron con dos menores de edad y no capturaron a ninguno de los que ellos afirman son 25 miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo que pone en ascuas no sólo al gobierno de Abdo, sino que también lo deja en ridículo.
Es la hora de asumir más profesionalmente el cargo de la Presidencia de la República, la institución más respetada y admirada de cualquier sociedad del mundo, y que el Presidente debe honrarla con su actuación, que tenga que ver con el manejo inteligente y fundamentalmente apegado a las normas.
