Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
Vamos camino al colapso del sistema público en términos de atención de emergencias de las unidades de terapia intensiva. La cantidad de personas contagiadas, aquellas que requieren internación y tratamiento de las unidades de terapia intensiva, ha terminado por mostrarnos por completo la lacerante realidad de materia sanitaria, aquella que nos dijeron que era necesaria de revertirla y para eso nos metieron en cuarentena hace seis meses, pero que sin embargo, durante todo este tiempo lo único que fueron noticia es por los hechos escandalosos de compra de insumos que terminaron sacándole toda perspectiva racional al manejo de la Covid-19 por parte de las autoridades sanitarias.
Ellos dicen que hicieron todo lo posible y que no hubo daño patrimonial, pero el tiempo perdido es un daño enorme. Cuántas personas podrían haber sido evitadas de terminar en esta cama de terapia intensiva si se hubiera hecho lo que tendría que hacerse en tiempo y en modo y con el rigor profesional que se esperan de nuestras autoridades.
Ahora estamos tan desnudos como cuando empezamos la lucha contra el Covid-19, solo que ahora los muertos se cuentan por decenas, y eso hace todavía que el nivel de crispación y de rechazo de los mandantes, de los ciudadanos, hacia sus mandatarios también suba de punto.
Estamos gobernados por gente con muy alta incompetencia, notable ineficacia y poco apego al manejo honesto de la cosa pública.
