Rusia encabezó y encabeza titulares de medios de comunicación tradicional desde inicios de este año por la invasión que perpetró contra Ucrania acompañado de la destrucción sin causa ni razón a un país que está muy unido a ellos culturalmente hablando. En esta realidad cómo en toda existen partes que defienden tanto a sus tomadores de decisión cómo a los sufren sus impactos. En el centro del mismo un mandatario al que le cabe el sayo de fascista.
Vladimir Putin, el jefe de Estado ruso y parecido a Stalin, declara legal y correcta su decisión de invadir un país soberano hace más de 30 años, Y Ucrania se defiende cómo lo haría cualquier país que se vea amenazado por los nuevos fascistas cómo lo etiqueta “The new York Times” al presidente ruso en un trabajo titulado; “Rusia es fascista” y después de leerlo no puedo más que coincidir.
El fascismo es un movimiento político y social de carácter totalitario y nacionalista fundado en Italia por Benito Mussolini después de la primera guerra mundial. Mussolini fue primer ministro de Italia desde 1922 hasta que fue removido en julio de 1943. Formó parte del Eje con Hitler en la segunda guerra mundial donde tuvo a Rusia enfrente.
La publicación hecha por un medio estadounidense llama la atención al ex agente de la KGB y actual presidente de Rusia etiquetándolo de violento e irracional e incluso se tira contra el mismo país diciendo que el país que está librando una guerra de destrucción fascista es Rusia por levantar una guerra por razones racistas y superficiales.
Un trabajo que no fue hecho por cualquier periodista sino por un profesor e intelectual, lo que da peso y consistencia al mensaje, se trata de Timothy Snyder que es profesor de historia en la Universidad de Yale y autor de varios libros sobre fascismo, totalitarismo e historia europea.
Democracia rezagada
Según un entendido de política exterior, hombre informado y crítico de muchos campos, es un plato de letras y palabras que no serán consumidos ni digeridos por el personaje y etiquetado principal, Vladimir Putin que desde el Kremlin sigue observando y dando órdenes a las tropas rusas para que continúen la invasión contra Ucrania desde hace más de dos meses, destruyendo infraestructuras y vidas sin razón alguna cómo funciona todo gobierno fascista y autoritario.
El mundo que se hace cada día más vulnerable y frágil con este tipo de gobiernos que son hoy mayoría en el mundo. La democracia ha tenido un gran retrocesos a nivel global y hoy solo 39 países de 198 pueden ser calificados de democráticos. El resto cómo Rusia va a elecciones cada cierto tiempo para elegir a un fascista sanguinario cómo Putin cómo jefe de Estado.
No hay dudas que el mandatario ruso cabe en la definición de fasciata que califica el intelectual americano y agregaría: sanguinario y cruel.