Dakar, 26 ago (EFE).- El exdictador chadiano Hissène Habré, que cumplía cadena perpetua por crímenes contra la humanidad en una cárcel de Senegal y falleció el martes tras contraer la covid, fue enterrado hoy en Dakar.
La inhumación de Habré, de 79 años, tuvo lugar por la tarde en una ceremonia sencilla en el cementerio musulmán de Yoff, barrio en el norte de la capital senegalesa, donde también reposa el primer presidente de Camerún tras la independencia de ese país, Amadou Ahidjo.
La decisión de la familia de Habré de enterrarlo en el país en el que fue acogido tras su exilio y después juzgado y encarcelado se produjo después del desacuerdo entre las dos esposas del difunto.
La primera de ellas, Fatime Hachem Habré, había solicitado que fuera enterrado en Chad y la segunda, Fatime Raymonne Habré, en Senegal.
Según declaró el martes el ministro de Comunicación y portavoz del Gobierno de Chad, Abdramane Koulamallah, las autoridades chadianas no se oponían a la repatriación de Habré, pero no se le rendiría ningún homenaje oficial por respeto a las miles de víctimas de su régimen.
El exdictador fue «condenado por delitos muy graves contra los chadianos», recordó Koulamallah.
Habré falleció el 24 de agosto en un hospital en Dakar pocas horas después de que su segunda esposa confirmara en un comunicado que se había contagiado de covid-19.
En declaraciones a una televisión privada senegalesa, el ministro senegalés de Justicia, Malick Sall, dijo que cuando Habré cayó enfermo «fue ingresado en una de las clínicas privadas más prestigiosas de este país y fue allí donde contrajo el virus».
Sall señaló también que se había iniciado un procedimiento para liberar a Habré tras la tercera ola de coronavirus -que actualmente empieza a remitir en Senegal-, que «consistía en permitirle volver a su casa con un brazalete electrónico» para no «volver a la cárcel».
Horas después de su fallecimiento, la administración penitenciaria informó de que desde el inicio de la pandemia no se había registrado ningún caso de covid-19 en sus centros de Dakar y que en la cárcel de Cap Manuel, donde cumplía condena Habré, los test efectuados el 23 de agosto al personal penitenciario de vigilancia habían resultado negativos.
En abril de 2020, un mes después de declararse el primer caso de coronavirus en Senegal, Habré fue puesto en libertad provisional durante 60 días como parte de las medidas del Gobierno senegalés para evitar la expansión de la enfermedad en las prisiones.
A finales de marzo de este año, sus abogados solicitaron que pudiera salir durante seis meses de prisión por motivos de salud, pero el Tribunal Superior de Dakar denegó la petición.
Habré cumplía cadena perpetua tras ser condenado en mayo de 2016 por el tribunal de apelación de las Cámaras Africanas Extraordinarias (CAE) por crímenes contra la humanidad durante su mandato, en el que se registraron unos 40.000 asesinatos políticos y más de 200.000 casos de tortura.
Apodado el «Pinochet africano», Habré fue presidente de Chad entre 1982 y 1990, cuando fue derrocado por Idris Déby, quien llegó al poder al frente de una rebelión armada y falleció el pasado 19 de abril durante combates contra rebeldes chadianos procedentes de Libia, a los 68 años y el mismo día que había sido declarado vencedor de los comicios celebrados el 11 de abril.
Desde su derrocamiento, Habré se encontraba en Senegal, donde se exilió, y fue detenido el 30 de junio de 2013 por los crímenes cometidos durante su dictadura.
