Comentario 3×3
Muchos de los negocios que surgen en el Estado paraguayo y que terminan en la Procuraduría General del Estado buscando ser defendidos los intereses nuestros, no acaban de la mejor manera.
Muchos de estos pleitos son perdidos, no son seguidos con el rigor que hubieran seguido si los abogados que estuvieran a cargo habrían sido contratados en el terreno privado.
Los abogados están en falta, especialmente aquellos que han dado o dan su servicio al Estado paraguayo. En la mayoría de los pleitos pierden y a veces con justificada razón, poniéndose de acuerdo con la contraparte que reparte los dividendos de la resolución final de la justicia, de la que ésta también hace parte en esta merienda de negros.
Desde hace bastante tiempo estamos observando de que realmente no hemos mejorado la calidad de los mecanismos de control o el apego a las normas con una mayor cantidad de abogados contratados por el Estado.
Tendríamos que estar buscando la forma de seleccionar a los mejores y aquellos que tengan una verdadera vocación de servicio, poniendo sus conocimientos jurídicos al servicio del Estado paraguayo.
La cantidad de resoluciones que firman nuestros administradores, no asumiendo ninguna responsabilidad por ello y culpando posteriormente a sus abogados o a sus asesorías jurídicas de dicha responsabilidad, nos muestra que seguimos teniendo un Estado de derecho en términos administrativos, muy distante de lo que debiera ser.
