Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
Hay fuertes críticas respecto al manejo de la educación desde hace mucho tiempo y, para agravar más la cuestión, el Ministerio de Hacienda se dedica a tratar temas educativos.
El Fondo para la Excelencia tiene su sede en el Ministerio de Hacienda sin ninguna razón lógica ni administrativa que lo justifique. Esa repartición no puede estar discutiendo dónde hay que colocar esos recursos y de qué manera tendrían que gastarse.
El primer gran error durante la administración de Cartes y la administración del ministro de Hacienda, Germán Rojas, fue llevar esa repartición en el ánimo de que esos recursos destinados de los fondos de Itaipú tengan una forma más eficiente de gasto.
Generalmente el Ministerio de Hacienda, cuando dice que tiene un recurso, tarda mucho tiempo en conceder ese monto a los ministerios que tengan que invertir o gastarlo.
Para evitar eso y hacerlo mucho más eficiente, crearon una repartición dedicada al tema de la educación en el Ministerio de Hacienda, como si esta Secretaría de Estado no tuviera suficientes preocupaciones en el ánimo tributario y en la calidad del gasto que tanto se critica.
Eso es como que el Ministerio de Educación funcionaria un departamento de la Tributación y fuera el ministro de Educación el que convocara al subsecretario de Tributación y al ministro de Hacienda para estudiar donde tendrían que ser colocados en mejor forma esos recursos.
Hay que acabar con este extraordinario nivel de desorden administrativo que tiene el Estado paraguayo, que lo único que lleva es a perder dinero, a perder tiempo y a perder por sobre todo efectividad en las políticas públicas.