El descanso es crucial para el cerebro porque permite que se consoliden recuerdos, se regeneren las células y se eliminen toxinas, mejorando así el rendimiento cognitivo, el estado de ánimo y la salud en general, claro sin prolongar ese tiempo de descanso a hasta el punto de despertar de ese reposo mareados o perdidos del lugar y tiempo en el que nos encontremos.
Un buen sueño es esencial para un cerebro sano. La salud cognitiva se refiere a la capacidad de nuestro cerebro para pensar, aprender y recordar claramente. Parte de ese cuidado está relacionado con un descanso equilibrado de noche, siesta o el tiempo y espacio que tenga para relajar su cuerpo y cerebro, que es responsable de funciones vitales, cognición, emociones y movimiento. Por ese motivo debemos atender lo que y cómo escuchamos, vemos y sentimos lo que nos rodea diariamente. Porque el contenido y su forma de asimilarlo incide mucho en nuestra mente.
Cuando duermes, tu cerebro pasa continuamente por cuatro fases distintas: dos etapas de sueño ligero, cuando tu cuerpo se relaja y tu frecuencia cardíaca y temperatura bajan; sueño profundo o sueño de ondas lentas, cuando la actividad cerebral disminuye; y fase REM (rapid eye movement o movimiento ocular rápido) , cuando normalmente sueñas. El cerebro suele tardar unos 90 minutos en completar las cuatro etapas y luego reinicia el proceso.
En general, la mayoría de los adultos necesitan dormir entre 7 y 9 horas por noche para una buena salud y funcionamiento mental. Sin embargo, la cantidad de sueño necesaria puede variar de persona a persona, incluso dependiendo de la edad y otros factores.
Lo que hay que consider
Dormir en exceso presenta riesgos cómo:
- Aumento del riesgo de enfermedades: Dormir demasiado puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares
- Alteraciones en el estado de ánimo: El sueño excesivo puede estar relacionado con alteraciones del estado de ánimo, como la depresión
- Problemas de concentración y memoria: Dormir en exceso puede afectar la capacidad de concentración y la memoria, lo que se traduce en una menor eficiencia en el trabajo o los estudios.
- Mayor riesgo de accidentes: la somnolencia diurna excesiva, que puede ser una consecuencia del sueño excesivo, aumenta el riesgo de accidentes, especialmente al conducir
- Envejecimiento cerebral: El sueño prolongado crónico puede estar asociado con un envejecimiento cerebral más rápido
- Cambios en el metabolismo: Dormir demasiado puede alterar el metabolismo, lo que puede conducir a un aumento de peso y otros problemas de salud.
El sueño profundo y la fase REM ayudan al cerebro a recuperarse de la fatiga y el estrés, y a consolidar los recuerdos, según Matthew Pase, profesor asociado de la Facultad de Ciencias Psicológicas de la Universidad de Monash en Melbourne, Australia.
Por lo que se sugiere comodidad y tener lejos o apagado cualquier elemento distractor a sus oídos u ojos que durante el sueño no deben captar imágenes, sonido o ruidos que interrumpan nuestro descanso, el de la familia o vecindario que merecen respeto, espacio y tiempo para ese ejercicio que a muchos fascina. Debemos aprender a dormir.

Licenciado en ciencias politicas (UNA), editor, comunicador, productor y editor de contenido creativo para medios de comunicacion o intereses particulares
