Tiempo atrás solía pedalear con frecuencia, me daba un aire de libertad, fortalecía mis músculos y ayudaba a mis sistemas respiratorio y sanguíneo a funcionar mejor siempre y cuando mantenía mi rutina ciclística. Desafortunadamente se cortó desde aquel inoportuno accidente que trajo consigo muchos cambios a los cuales debí ajustarme para seguir la vida con normalidad.
Pedalear lo que sea, desde triciclos, hasta bicicletas ruteras tiene sus ventajas, no solo hace más fuertes y resistentes músculos del cuerpo. El ciclismo en cualquiera de sus variantes es un deporte social en el que se puede aprender y mejorar rodando en grupo y con amigos. Pero la realidad para la mayor parte de ciclistas es que la mayoría de las rutas y entrenamientos diarios se hacen en solitario.
Rodar en bicicleta solo en ocasiones puede ser tedioso, pero, como veremos a continuación, también tiene una serie de ventajas que te pueden hacer mejor ciclista y disfrutar como nunca del placer de montar en bici.
Para empezar cómo escribía al principio, montar una bicicleta da:
- Total libertad: No depende de tomar decisiones con nadie más, puede rodar en base a un plan o escoger un rodaje más espontáneo. ¿Quiere parar en una fuente? Adelante. ¿Quiere cortar la ruta o seguir más de lo previsto? Nadie te lo impide.
- Mejora su habilidad de navegación: Muchos ciclistas aprovechan las funciones de navegación de sus GPS rodando en solitario con un track precargado. Descubrirá que la experiencia le permitirá interpretar mejor los mapas y otras señales y aprender nuevas rutas que, quizá, más adelante podrá mostrar a sus compañeros de grupo.
- Mejora la técnica: montar en solitario permite enfocarte en aspectos técnicos como la postura, la cadencia y la respiración sin preocuparte por los demás ciclistas. Esto puede ayudarte a perfeccionar tu estilo de conducción y, en definitiva, ser mejor ciclista.
- Conseguir logros: Rodar en solitario es una buena oportunidad para hacer juegos mentales que te sirvan de motivación. Alcanzar una velocidad media determinada, lograr el mejor tiempo en una subida o lograr completar una distancia que nunca antes habías conseguido.
Muchas posibilidades
La lista de ventajas continua cómo el número de ciclistas que van empezando a hacer uso del biciclo cómo rutina deportiva, para trasladarse a su trabajo o estudios o movilizarse a un sitio en particular.
Entre otras utilidades que se destacan en el uso de esta herramienta deportiva o de movilidad, mencionamos que la bicicleta es útil también para:
- Probar accesorios y complementos
- Sin duda este tipo de rutas y entrenamientos en solitario son la mejor ocasión para probar nuevos componentes de la bicicleta o accesorios para el ciclista. Podrás parar siempre que lo necesites para hacer ajustes, calibrar medidas o terminar de hacerte a alguna prenda o casco, por ejemplo.
- Mejorar tu habilidad mecánica: Sufrir una avería mecánica sólo puede ser una situación extrema y ahí es cuando uno saca lo mejor de sí mismo. Si no hay otra opción que solucionarlo por ti mismo puede salir a flote la creatividad y un talento mecánico que podría estar durmiendo.
Ajustarnos a la realidad
Pedalear era lo mío, lastimosamente en el accidente automovilístico que sufrí mis rodillas resultaron lastimadas cómo la cabeza también, que no me dejó de pedalear porque lo continúo haciendo, solo que en una estática, apelo a la imaginación y tengo mi reloj y registro de los kilómetros que voy avanzando, que me sirven para volver al pasado y recordar los lugares a los que iba, cuánto tiempo y distancia hacía para llegar a esos destinos.
Un amigo me dijo que aquel accidente habrá sido una señal en mi vida, porque no niego que también sufrí varias caídas de más joven del biciclo, aún así me animaba a volver a pedalear, él me dijo;
- “Iñaki, mira que venís de muchos accidentes en tu vida y con este que imagino debe ser el último, imagino que vas a aflojar hermano, baja uno o dos cambios, sentate a leer un libro, escribir algo, participá en juegos de mesa y por favor no vuelvas a asustarte ni a asustar a tu entorno social”.
No estoy en desacuerdo con él y sugiero a quien se anime a pedalear las bicisendas o los espacios seguros de ciclismo que estamos, más allá de preocuparse por la distancia o el tiempo de sus recorridos, tenga en cuenta su vida y salud y la de las personas que les acompañen o de aquellos con quienes tenga la oportunidad de cruzarse en el camino.
No somos súper humanos, inmortales o inmunes a que nos pase algo o podamos resistir mucho tiempo moviéndonos sobre esa máquina que es cierto no consume hidrocarburos para moverse sino sólo nuestra fuerza, aunque sé que ya existen bicicletas eléctricas o movidas con motor eléctrico para ayudarnos a avanzar sin hacer que nos esforcemos más de lo que nos den nuestros músculos o sistema respiratorio para avanzar más o subir una colina que se encuentre en el camino rumbo a nuestro destino.
