A inicios del 2019 no había un solo metro cuadrado de pavimento asfáltico en el Departamento de Alto Paraguay, pero todo eso cambió gracias al avance de los trabajos de construcción del Corredor Bioceánico.
Sin dudas es una obra que transformará la Región Occidental en un centro logístico internacional al constituirse en el paso más corto entre el puerto chileno sobre el Océano Pacifico y el puerto brasilero sobre el Océano Atlántico.
Como si fuera poco, la construcción de la ruta bioceánica contribuyó al desarrollo de la zona, su evolución ha facilitado el acceso a servicios básicos que eran escasos.
El ingeniero Juan Rivarola, gerente de Calidad, Seguridad, Medio Ambiente, Salud y Responsabilidad Social (CSMSRS) del Consorcio Corredor Vial Bioceánico, firma encargada del proyecto, afirmó que inclusive el acceso a los servicios básicos ya existentes fueron ampliados, principalmente en el área de salud y comercio.
En cuanto a salud mencionó que el traslado de las ambulancias y la llegada de insumos médicos se realizan ya en menor tiempo, mientras que por la parte comercial, destacó que los productos nacionales tienen mayor apertura, pues existe una gran competencia que facilita la dinámica de oferta y demanda de los mismos.
UN IMPACTO POSITIVO
“Esta megaobra de infraestructura genera una amplia diversidad de impactos positivos en la zona, entre ellos muchas oportunidades laborales para la población local. El proyecto tiene contratado más del 20% de mano de obra local, para muchos de ellos representa su primer empleo formal”, expresó el ingeniero.
Otro impacto positivo directo que se puede indicar es que debido a la magnitud del proyecto se tiene una gran cantidad de personas de diferentes lugares que llegan a tener una permanencia en la zona, dando una alta dinámica económica en las zonas donde se implementa el proyecto, por ello han emergido muchos comercios, especialmente en Carmelo Peralta.
Por otra parte, el área de influencia del proyecto abarca mayormente una zona agropecuaria que se ha potenciado, facilitando el movimiento y circulación de productos y representando así un ahorro de 40% del tiempo de traslado de los mismos de un punto al otro.
EL CHACO Y SUS DESAFÍOS
A decir de Rivarola, el factor climático en el Chaco es el mayor desafío para llevar adelante la obra, pero están lidiando con los contratiempos para el cumplimiento de las metas.
“El Chaco presenta características muy variables en los regímenes de lluvias, la intensidad y la frecuencia de las mismas, así como también eventos de sequías que generan dificultades que se van superando día a día”, resaltó.
Finalmente, expuso que hoy la obra tiene más del 76% de avance, con más de 175 km de ruta terminada, gracias a un grupo humano que día a día ejecutan las diferentes tareas distribuidas en 7 tramos con diferentes desafíos y circunstancias.
“Este arduo trabajo ayudará a poner al Chaco Paraguayo como conector de dos océanos y nos brindará mayores oportunidades de desarrollo social y económico. El Chaco necesita hoy mayor inversión en infraestructura, siempre se caracterizó por ser una zona aislada, invertir en ello implica mejorar la calidad de vida de los pobladores”, concluyó el gerente.
