El servicio que presta es de baja calidad y con cortes frecuentes.
Aún cuando el Chaco genera la mitad de las exportaciones de carne, es un territorio prácticamente inexistente para la ANDE. La mayor parte de los emprendimientos agropecuarios, industriales y de servicios que operan en toda la región y los que están en fase de instalación, deben autoabastecerse de energía eléctrica como un costo más de inversión y de operación a ser considerado en el diseño de negocio.
Evidentemente, el directorio del ente público no tiene idea de los nuevos desarrollos que se multiplican en el Alto Paraguay, en Boquerón y en el propio departamento de Presidente Hayes. Y si la tiene, no le ha dado la importancia que verdaderamente tienen. La queja más común de quienes viven y trabajan en el Chaco habla de los cortes del servicio cada vez más frecuentes, incluso en las áreas urbanas de mayor densidad. Pero lo más grave de todo es la mediocre calidad del servicio, sobre todo las caídas de tensión que causan serios daños en la infraestructura de establecimientos ganaderos y agrícolas que trabajan con motores de bombeo, con instalaciones satelitales para guía de maquinaria o con equipos de riego, todos muy costosos.
En la web oficial de la ANDE es posible revisar el plan maestro de distribución que cubre el periodo 2021-2030 con una inversión total, para el Chaco, que no supera el 2,6% para del total programado de US$ 1.200 millones. Esta proporción guarda relación con el porcentaje de población que tiene la región Occidental respecto al total del país, pero no contempla en absoluto la demanda que plantean los nuevos polos de desarrollo que se reparten por los tres departamentos. No es lo mismo una conexión domiciliaria que la dedicada a mover maquinaria y redes internas en establecimientos ganaderos, agrícolas, industriales y centros de procesamiento de granos de alta tecnología.
Es sabido que la mayor parte de la red eléctrica que cubre el Chaco responde a inversiones de las empresas agroganaderas, industriales, de comercio y servicios diseminadas por todo el territorio chaqueño. Si sólo dependiera de la ANDE, el Chaco estaría mucho más atrasado, en servicio de energía eléctrica, de lo que hoy está.
Una prueba más de la urgente necesidad de reformar el sector eléctrico, anclado en la inoperancia y en la ineficiencia más flagrantes.
