¿Empieza una nueva cosecha de corruptos?
Para los colectivos feministas, Pandora debe resumir toda la carga de sometimiento de la mujer a lo largo de la historia. En la mitología griega, Pandora fue forjada por Hefesto, la divinidad de los herreros, los artesanos y los escultores, paradigmas del hombre productivo y creador. Pandora, en cambio, fue “depositaria infiel” de todos los males y desgracias de la humanidad, ya que no pudo resistir la tentación de abrir el ánfora que los contenía.
Valga esta introducción para explicar el nombre de la nueva entrega del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) que develó los vidriosos estados financieros de notabilidades mundiales, algunos jefes de Estado en ejercicio, otros en retiro pero con haberes jugosísimos en paraísos fiscales.
Este nuevo episodio de los investigadores del ICIJ agrega otro eslabón a una cadena de ilicitudes financieras y comerciales con fuertes vínculos con la política y el crimen organizado. Mucho del dinero canalizado a través de operaciones off shore va a parar a cuentas que de pronto salen a la luz y permiten cerrar la ruta de dinero en proceso de lavado.
El dinero sucio tiene un montón de orígenes. Puede derivar del tráfico de drogas, de armas o de personas. Puede ser producto de la evasión fiscal, la falsificación de marcas, la extorsión, la venta de influencias y los sobreprecios de la obra pública. Es sabido que la catarata de reales que produce el contrabando de cigarrillos paraguayos al Brasil se traduce en un flujo permanente de dólares que terminan aterrizando en países fiscalmente “amigables”. Así se generan enormes fortunas que sus detentadores no tendrían cómo explicar en su país de origen y que por lo tanto optan por derivarlas hacia bancos en parajes cuyos nombres cuesta pronunciar.
La versión Pandora de los Panamá Papers es un nuevo martillazo a los cimientos de muchas fortunas, algunas de ellas de paraguayos, que han anidado fuera del país, lejos del fisco e, ilusoriamente, lejos de la justicia. Pero el blindaje ha empezado a desmoronarse. Uno de los primeros alcanzados por Papeles de Panama fue el ex primer ministro pakistaní Nawaz Sharif, condenado en 2018 a 10 años de cárcel por corrupción y blanqueo de capitales. En EE.UU., Richard Gaffey purga cárcel por fraude electrónico, evasión y blanqueo.
Ahora, habrá que ver cuál será la cosecha de los Pandora Papers.
