No por nada el agua tiene cómo sinónimo; “líquido vital, por el simple hecho de que sin ella no existe la vida y se dan difíciles condiciones ambientales en las que es difícil desarrollarla y no solo en el continente africano, sino en otras latitudes.
Ahora la falta de agua está dañando a uno de los países con más paraguayos en Europa: España. La falta de lluvias y el descenso del agua embalsada acrecientan el miedo a la sequía en la península ibérica. Es sabido que su falta tiene varias consecuencias, entre ellas; la pérdida de cultivos, mortandad pecuaria, proliferación de plagas y enfermedades. Ello afecta principalmente a los pequeños productores agrarios, así como a las poblaciones urbanas, y la producción de energía eléctrica.
Las precipitaciones han sido un 36% menores de lo normal en los últimos cuatro meses. Algunas zonas de Girona en el Norte y en la mayoría de la cuenca del Guadalquivir están ya al límite y con restricciones.
Falta una política clara
La falta de agua no es solo uno de los problemas que tiene el mundo en algunos países sino también su contaminación que genera la desaparición de la biodiversidad y los ecosistemas acuáticos. Nosotros con abundancia de agua dulce sin embargo por falta de potabilidad se ha convertido en un factor alto de mortalidad de niños hasta los 5 años. También el ser humano se ve muy perjudicado a causa de la alteración en la cadena alimentaria y contrae enfermedades al beber o utilizar el agua contaminada que produce la desaparición de la biodiversidad y los ecosistemas acuáticos.
La política del agua debe ser central para cualquier paìs. Aquí entre nosotros 18 organizaciones distintas y diversas sin coordinación tienen que ver con ella y no han podido resolver este drama como lo prueban los pobladores ribereños de Puerto Botánico que viven en las costas del Rio Paraguay pero carecen de servicio proveído por la Essap que considera el agua un recurso económico y no un bien universal. Desde ahí partimos mal los paraguayos y por lo tanto no podemos terminar de otra manera que no sea mala.
