La limitación extrema de circulación monetaria está afectando de una forma muy peculiar al Paraguay.
Los habitantes no estamos limitados a producir y gerenciar dentro de nuestro entorno para que tengamos circulación de dinero, depender solo de lo que el gobierno decida no es lo ideal.
Cada quien en su lugar está facultado a poder reestructurar su economía, hacer es la fórmula, trabajar con lo que esté al alcance, ofrecer opciones con aptitudes y calidad, reforzar estrategias de sobrevivencia dentro y fuera del entorno familiar, que haya una redistribución interna y que lo que se tenga de dinero quede en el mismo entorno para generar mejores ingresos a más corto plazo y al alcance, potenciar las actividades de producción interna de cada localidad, para ofertar al mercado más factibilidad de compra, de tal forma a tener facilidad de venta.
Todo gira en redes, si una compañía produce y vende en la ciudad sus productos, hay circulación de dinero, el que compra puede vender a mejor precio y el que vende puede comprar lo que no produce, factores muy importantes capacidad, trabajo, esfuerzo, calidad, mercado, apoyo gubernamental y gerenciamiento estatal.
Apostemos por un futuro mejor donde la paz, la justicia y la honestidad sean la base y el ideal de un Gobierno con principios humanitarios y espíritu de servicio para cada paraguayo/a.
Un Gobierno que priorice la salud, la educación, el trabajo y la seguridad, marcará un hito y un cambio tan anhelado de nuestra nación paraguaya.