Doctor en Historia Universidad Católica “Andrés Bello” @Nahem_Vzla
Sin lugar a dudas que el hecho más crítico del escenario mundial inmediato –y seguramente de todo el 2020- fue el asesinado en la ciudad de Bagdag del temido General de la Guardia Revolucionaria Qassim Soleimani. La reacción del gobierno iraní de Hasán Rohaní no se hizo esperar, asegurando casi inmediatamente que vengaría la muerte de Soleimani y amenazara con librar una guerra contra Estados Unidos, luego dispararon misiles contra dos bases militares estadounidenses en territorio iraquí, acción fallida en términos militares, pues, no generó bajas dentro de las filas de EEUU, pero fue altamente explotado por la propaganda oficial iraní.
Algunos analistas sostienen que no se debe subestimar el tema, pues, podría apuntar a una suerte de espiral de violencia en la región que llevaría finalmente a ambos países a un conflicto total. Desde el punto económico, como es habitual toda crisis en el Medio Oriente, generar una afectación importante en los precios del crudo.
Aunque la verdadera realidad de los hechos, es que las amenazas no pasaron de meras escaramuzas retóricas, pues, Irán está plenamente consciente que carece de condiciones estructurales para librar una guerra convencional contra la superpotencia americana, menos aún para ganarle, por lo que la respuesta de Teherán será realizada donde son grandes especialistas y poseen larga experiencia: en la guerra asimétrica desarrollada con técnicas terroristas apoyada por sus socios en occidente: Cuba y Venezuela.
Dentro de este esquema de acciones terroristas por parte del Estado iraní, podría considerarse el lamentable derribo por parte de Irán del Boeing de Ukrane International Airlines, un vuelo comercial ucraniano, donde centenares de civiles fueron muertos por un supuesto “error humano”. El hecho, generó horas más tarde una vigilia masiva en las calles de Teherán que desembocó en una enérgica manifestación contra las dictatoriales autoridades teocráticas iraníes, siendo la manifestación sofocada rápida con la Fuerza Pública.
Para cerrar, este nuevo capítulo candente entre las relaciones de EEUU con Medio Oriente y concretamente con la República Islámica de Irán, generará repercusiones, razón por la cual un desesperado Primer Ministro de Irak Adel Abdul Mahdi solicitó el retiro de las tropas estadounidenses, petición categóricamente rechaza por el Secretario de Estado Mike Pompeo. Si bien es cierto, que existe un aparente enfriamiento de la tensión entre Washington y Teherán, lo que, si resulta innegable es que las milicias sunníes iraníes desplegarán acciones terroristas a escala global para vengar esta ignominia, marcando un notable incremento de inseguridad y la violencia.