Una de las cuestiones centrales en el proceso del conocimiento entre países es la promoción de la educación. Proyectos como Eureka en Europa ha permitido que jóvenes de los países integrantes del proyecto de la Unión Europea pasen temporadas largas de estudios en otros países integrantes del mismo proyecto.
Esto ha significado derribar viejos mitos y afirmaciones en torno a cuestiones divisorias entre países. Nosotros gastamos muchísimo dinero en cuestiones intrascendentes con Parlasur, sin embargo, no tenemos una cantidad de jóvenes de ninguno de los países integrantes del Proyecto Integrador del Mercosur que estén estudiando en los países miembros del mismo.
Mientras no tengamos conocimiento acerca de lo que es Brasil, Argentina, o el caso de Uruguay, es poco probable que un proyecto de integración pueda prosperar en un ambiente dominado por afirmaciones que no tienen un rigor y un desconocimiento supino sobre las características culturales de cada uno de nuestros países.