Juan Pablo Fernandez Bogado
@jpferbo
Un amigo, el papá de Sofía, tuvo que ayudarla a grabar un vídeo para que su profesor de Flauta la evalúe con el ejercicio del “Estudios para Flauta Traversa”. Asi como el, todo el mundo educativo, cambio de la noche a la mañana. Sin recursos, sin capacidad, sin conocimientos, pero todos empezamos a hacer lo que podíamos.
Es importante que la gente se dé cuenta, urgentemente, de que el uso de la tecnología es como aprender a leer y escribir, no se trata de consumir, sino también de producir.
La Secretaría Nacional de Tecnologías de la Información y Comunicación (Senatics), ahora MITIC, presentó, hace más de dos años, la encuesta sobre acceso y uso de internet en el Paraguay, donde revela que el 90% de los paraguayos tenemos acceso a internet. La encuesta arrojó que el 67,3% de los menores de 12 años utilizan internet para jugar; el 31,6%, para ver películas o series; el 28,5%, para hacer tareas; el 11,9%, para utilizar redes sociales; el 6,7%, para mirar videos infantiles, Youtube; el 3,1%, para WatsApp; el 2,6%, para usar correo electrónico, y 1%, para ver videos chistosos, bloopers, etc.
Los datos nos demuestran que todavía necesitamos trabajar tenazmente en la educación de las nuevas herramientas digitales para un mejor aprovechamiento de las mismas formando una generación de personas que puedan pasar del divertimento a una acción mucho más comprometida de contraloría e incidencia, ayudados por estas nuevas herramientas que nos brinda el mundo virtual, a exigir mejor educación, salud, seguridad, trabajo, por citar algunas prioridades.
En el año 2002, se reunieron en Roma, responsables políticos, organismos financieros y actores clave en diversas áreas relativas a la información agraria, invitados por la FAO, donde el principal objetivo del encuentro fue la de mejorar la capacidad de los responsables políticos, de los profesionales y del público en general a la hora de acceder y utilizar la información agraria a través de las nuevas tecnologías.
Para evitar que se ensanche aún más la brecha entre la población urbana y rural, trabajaron arduamente en hacer que las nuevas tecnologías lleguen a sectores que no tenían posibilidad de acceder igualando las oportunidades de acceso a la información y hacer que la distancia, no solo de la información sino de la desigualdad no aumente.
Tenemos el acceso a una pésima calidad de internet, ahora solo falta aprender a usar inteligentemente esta herramienta y solo será posible con una política pública que busque orientar a los ciudadanos a mejorar el uso de los portales y a esperar que la educación sea posible para no perder una generación más.