La presidencia se le titula a la dignidad, cargo u oficina de un presidente. Es la función pública más demandante porque consiste en dirigir ministerios y oficinas públicas que trabajen bien para el poblador o habitante de cualquier país, que tengan sus estados organizados a través del ejecutivo, judicial y legislativo. Con la cantidad de funcionarios públicos que pueden servir para hacer disfuncional o funcional el trabajo de cualquier gobierno. Que existen para dar comodidades, seguridad y buenos servicios al ciudadano o contribuyente.
En algunos países cómo Ecuador, el presidente Daniel Noboa, conocido por su agresiva política de seguridad pública, no consiguió la mayoría de votos en su intento de reelección el domingo. Esto obliga a celebrar una segunda vuelta electoral contra Luisa González, la política de izquierda a la que derrotó en la última contienda presidencial.
Con aproximadamente el 96 por ciento de las papeletas escrutadas a primera hora de la mañana de ese lunes, Noboa había recibido el 44,37 por ciento de los votos emitidos. González, la oponente que más se le acercaba de entre otros 15 candidatos, tenía el 43,86 por ciento.
Queda por saber quién presidiría este país latino ubicado en el medio del mundo. Las encuestas realizadas antes de las elecciones sugerían que Noboa, de 37 años, podría obtener la mayoría, lo que haría innecesaria una segunda vuelta. Pero la contienda resultó muy reñida, lo que parece reflejar la ambivalencia ante las tácticas de mano dura de Noboa contra la delincuencia en Ecuador, que en los últimos cinco años ha experimentado un aumento de la violencia relacionada con el narcotráfico. Que también existe y golpea a Ecuador.
Una elección difícil
González, de 47 años, pertenece al partido liderado por el expresidente Rafael Correa, una figura poderosa y polarizadora. Muchos votantes expresan nostalgia por los bajos índices de delincuencia y la sólida economía que caracterizaron su presidencia, mientras que otros recuerdan su estilo autoritario y su condena por cargos de corrupción. Algo malo que coincide con la realidad del estado paraguayo y la existencia de la corrupción en la misma.
Noboa es egresado de la Harvard Kennedy School y procede de una de las familias más ricas de Ecuador, cuya fortuna se ha construido en parte gracias a la exportación de bananas. Lleva en el cargo poco más de un año, tras haber sido elegido en 2023 para completar el mandato de un presidente que se enfrentaba a un juicio político.
Porque se lo acusaba de incumplir sus funciones respecto a la protección de la naturaleza y de los derechos comunales en la provincia de Santa Elena. A él y a funcionarios del estado ecuatoriano. Lo que está en juego es la dirección que tomará la turbulenta nación de casi 18 millones de habitantes, que se enfrenta a una violencia generalizada y una elevada tasa de desempleo. Situación que ha enviado a decenas de miles de emigrantes ecuatorianos a Estados Unidos. País que también se ha enfrentado a una crisis energética que ha provocado cortes de electricidad prolongados.
A los críticos de Noboa les preocupa que, si es reelegido en la segunda vuelta de las elecciones, que se celebrará el 13 de abril, sus políticas puedan tener consecuencias preocupantes para las normas democráticas, el Estado de derecho y las libertades civiles. Cómo latinos deseamos lo mejor para Ecuador, su presente y futuro para su nación, cómo la jurídicamente organizada y pueda enfrentar los problemas con el crimen organizado.

Licenciado en ciencias politicas (UNA), editor, comunicador, productor y editor de contenido creativo para medios de comunicacion o intereses particulares
