Los delitos sexuales han emergido de manera más notable en los últimos años. Se habla más y se sanciona con más eficacia pero todavía hay mucho por desandar para separar los lobos de los corderos.
La pederastia es clara en su definición que es la atracción sexual de la persona adulta hacia niños de su mismo o de distinto sexo. Esta categoría de grosera acción humana fue una realidad en un espacio que de por sí jamás se esperaría que ocurran cómo en un aula escolar o un sacrificio humano en un hospital o en las iglesias que no son otra caso el conjunto de fieles unidos por la misma fe, y que celebran las mismas doctrinas religiosas. No son sitios exclusivos del desarrollo de estos delitos ni mucho menos pero es desde donde han saltado más referencias en los últimos años.
La pederastia en la iglesia fue noticia en Colombia donde Freddy Leonardo Franco sufrió violencia sexual por parte de un sacerdote. Actualmente con 40 años, revela su historia guardada bajo llaves en su cerebro. Según el diario “ El País” de Madrid es posible leer sus palabras y ver fotografías de su rostro en el sitio de este medio español, quizás sea solo una de las muchas historias que se guardan en Colombia y la iglesia católica que registra varios hechos negros de curas que abusaron sexualmente a niños o mujeres y contra los cuales se alzóla figura del actual papa Francisco quien fue claro que no se toleraría ningún caso similar.
Mejorar los controles
Uno espera que el trabajo de la iglesia cualquiera sea su denominación sea el de enseñar, aprender e interpretar la palabra de Dios en el catecismo o cursos de confirmación o lo que uno busque aprender de la iglesia cristiana que tiene miles de años en el mundo y que hoy se enfrente de frente a uno de sus peores demonios.
En muchos de estos sitios se han presentado alteraciones curiosas en relación a los gustos y atracciones entre los seres humanos que no solo se da entre homosexuales sino en nuevas relaciones entre seres vivos, conocida cómo la zoofilia, el amor hacia animales o la conducta sexual de la persona que tiene relaciones sexuales con animales que se considera una perversión o una desviación sexual.
Lo mismo que uno pensaría es lo que ocurre en la mente del abusador, por lo lógico de respetar a un feligrés y la condena expulsándolo de la iglesia y otras medidas para regular un comportamiento que daña no solo al abusado y su familia sino hasta la misma institución de la iglesia católica de donde el papa Francisco ha reformado el libro VI del código de derecho canónico sobre las sanciones penales en la iglesia y ha incluido la pederastia cómo delito contra la dignidad de las personas.
Aumentar las penas
Este aspecto no solo es etiquetado o catalogado por la iglesia, ecclesia, “la reunión del pueblo” por su origen etimológico sino también es un hecho penado fuera de la misma, La constitución paraguaya expone claramente que aquella persona hallada culpable en pederastia tendrá una pena de 3 años de prisión o multa. Penas hasta quizá muy flojas para alguien que perdió la razón por haber roto los códigos de relación civil en cualquier espacio cómo una iglesia, escuela o cualquier otro lugar donde se den actos criminales cómo el abuso a alguien indefenso.
Deben ser implacables contra los pederastas en todas las formas para desalentar estas practicas dejan profundas marcas en las personas abusadas y en su vida futura.