En muchas idas existen plataformas donde el ser humano se relaciona, aprende y trabaja que son el mundo virtual y real. Lo primero también es el metaverso que es un nuevo ecosistema virtual y tridimensional (3D) en el que los usuarios pueden interactuar entre ellos, trabajar, jugar, estudiar, realizar transacciones económicas, entre muchas otras posibilidades. Todo ello de forma descentralizada. Desarrollado por el magnate Mark Zuckerberg que lo etiqueto, catalogo o tituló “Second life” (segunda vida) surgen junto a nuevas formas de relacionamiento en el ecosistema denominado virtual.
El 14 de noviembre de 2006, 5000 empleados de IBM se reunieron en una recreación digital del palacio imperial chino del siglo XV conocido como la Ciudad Prohibida. Habían venido a escuchar al CEO de IBM, Sam Palmisano, pronunciar un discurso. El cuerpo físico de Palmisano estaba en Beijing en ese momento, pero se dirigió a la mayoría de su audiencia dentro de Second Life , el mundo social en línea que se había lanzado tres años antes.
Nuevos retos
Hoy día ese mundo ha tenido una oblación que el mundo real, donde nos podemos ver, hablar y escuchar en vivo y directo y no tanto por pantallas o “espejos negros” que solo reflejan a un aislado y solo individuo quedespierta o activa sus hormonas de felicidad con las notificaciones que dicen o no al navegante de la red.
Esta forma de vida o segunda vida para algunos es en realidad otra mentira o iniciativa virtual que tiene 500 mil usuarios mensuales desde el 2003 que pagan diez dolares mensuales para vivir o intentar hacerlo en la red internacional, que a su vez para esos otros es la vida real y se sienten más cómodos que en la primera vida.
Lo que se viene en modo de interpretación de este fenómeno es amplio y toca diferentes aristas de la vida social, económica y política que recién hemos comenzado a analizar y explorar.