Dentro de una relación de varios años, probablemente una de las cosas más complicadas es mantener la pasión inicial con la cual empezaron las dos personas, así como también el mismo nivel de interés entre ambos.
Por ello, una de las innovaciones que comienzan a implementarse con más intensidad es que la pareja duerma en camas o habitaciones separadas. Más allá del preconcepto que pueda generar esta decisión, un estudio desarrollado por el Sleep Council británico, determinó que el porcentaje de amantes que siguen esta actividad ha subido del 8% al 12% en cinco años.
Teniendo en cuenta también el estudio, dormir en camas o habitaciones diferenciadas trae consigo diversos beneficios en términos individuales y también para la pareja misma; estos abarcan desde una mejor calidad del sueño a un potencial incremento en las relaciones sexuales.
¿POR QUÉ HACERLO?
En un estudio llevado a cabo por la Universidad de Nuremberg se mencionó que los problemas de sueño de uno de los miembros de la pareja también pueden convertirse en los del otro individuo, recordando que ambos se encuentran compartiendo la cama.
Los ronquidos pueden ser particularmente perturbadores para una parte y así también se destaca el insomnio, que de alguna manera puede aquejar a quien no lo padece. Una investigación publicada por el medio español La Vanguardia había expuesto que los inconvenientes para dormir y los problemas de pareja pueden ir de la mano y ocurrir de manera simultánea.
Entonces, dormir en camas separadas e incluso ambientes totalmente diferentes puede beneficiar brindando una pausa a ese tipo de conflictos en pareja, al igual que una mayor comodidad, proyectada como una mejor comunicación o desenvolvimiento entre las dos partes.
De hecho, el experto británico Neil Stanley, especialista en análisis de los beneficios de dormir en camas separadas, aseguró que quienes aplican este estilo de vida tienen un 50% menos de posibilidades de sufrir una crisis en su relación.
No obstante, esto no significa que dormir en pareja sea poco beneficioso o ya no deba aplicarse, pues según una entrevista publicada en La Vanguardia con la psicóloga Silvia Congost, compartir el lecho genera sensaciones positivas como la seguridad e intimidad en la pareja.
BENEFICIOS SEXUALES
La sexóloga española Diana Fernández Saro, miembro de la Asociación Estatal de Profesionales de la Sexología (AEPS), había comunicado para el medio español El Mundo que, si la decisión de dormir en camas separadas es deseada y consensuada por la pareja, la separación puede resultar beneficiosa y acabar mejorando la calidad de los tiempos de intimidad compartidos, así como los encuentros eróticos.
“En cambio, si dormir separados se debe a la dificultad para sincronizar tiempo de intimidad juntos, la fortaleza de la pareja se puede ver resentida”, añadió. El principal motivo por el cual se puede dar la ventaja mencionada es porque se deja de lado la rutina instaurada, durmiendo todo el tiempo juntos y el deseo sexual vuelve a elevarse significativamente.
POSIBLES DESVENTAJAS
Más allá de la tendencia y de sus beneficios para el descanso, el desarrollo individual y la revitalización sexual, existen casos en los que separar el lecho podría traer más inconvenientes que ventajas, principalmente para las parejas tradicionales, pues las mismas no pueden pensar en la posibilidad de ubicarse en camas o habitaciones diferentes, pues para ellos dormir juntos forma parte de un ideal.
“Es mejor que no lo practiquen aquellos individuos que, debido a sus creencias o inseguridades, lo sientan como si la otra persona no lo ama suficientemente, no desea abrazarlos o estar con ellos”, recomendó Silvia Congost.
Esto principalmente ante la posibilidad de que la práctica resulte contraproducente, pues si no se expone de manera clara, especificando que la decisión es tomada por los beneficios individuales y de pareja, la otra parte puede interpretar esto de la peor forma, generando más separaciones de las esperadas.
