Paola Villalba Pomata
Las compras públicas constituyen uno de los procesos de gestión pública de un universo constituido por otros de igual importancia como el presupuestario el financiero o, el de control.
Todos ellos dependen uno de otro en pos del objetivo final: la satisfacción de las necesidades públicas.
Las necesidades públicas deben ser cubiertas oportunamente y en condiciones adecuadas, conforme a varias disposiciones de rango constitucional que abordan las políticas públicas.
Para lograr éste objetivo, que es el fin único de la administración, los procesos relevantes de la gestión pública deben tener otra dinámica.
El modelo actual hace funcionar la organización administrativa a inicios del marzo de cada año, recién allí comienzan a generarse otros procesos que culminarán posteriormente con las contrataciones necesarias para satisfacer necesidades públicas; el modelo funciona de esta manera en tiempo ordinarios, y los resultados están a la vista: déficit de servicios e infraestructura pública en varias áreas.
Debemos seguir con este modelo de gestión o, en cambio, necesitamos modelos con otras dinámicas que permitan agilidad con eficiencia y menores plazos?
La emergencia sanitaria ha venido mostrando día a día, la necesidad de establecer nuevos modelos de gestión impulsados por una dinámica orientada a la satisfacción oportuna de nuestras necesidades,
La dinámica de la burocracia debe estar orientada a la satisfacción de la necesidad pública, la que no debe aguardar la “dinámica” de la burocracia.
